Un gol de penal de Kylian Mbappé a falta de tres minutos para la conclusión permitió al París Saint-Germain lograr una sufrida victoria (2-1) sobre el Angers, en un encuentro en el que los del argentino Mauricio Pochettino volvieron a dejar las mismas dudas que ya les llevaron a caer ante el Rennes (2-0) en su último encuentro liguero.
Podría servir de excusa la ausencia de piezas claves como el argentino Lionel Messi o el brasileño Neymar, que no llegaron a la cita a causa de sus compromisos con sus selecciones nacionales, pero lo cierto es que se esperara más, mucho más, del todopoderoso conjunto parisino.
Un PSG que pareció dispuesto a resolver el choque por la vía rápida con una trepidante puesta en escena, que permitió a los parisinos encadenar tres buenas ocasiones de gol en los primeros diez minutos de juego.
Pero la sorprendente falta de acierto de los delanteros locales permitió salir airoso de este tramo inicial a un Angers, que no sólo acabó por cerrar todos los espacios al París Saint-Germain, sino que fue acercándose cada vez con más y más peligro al área rival.
Una cambio de guion que se confirmó a los 36 minutos con el gol de Angelo Fulgini que adelantó a los visitantes en el marcador (0-1) al rematar a la redes un centro del marroquí Soufiane Boufal tras una fulgurante contra.
Pero el inmenso talento que atesora el París Saint-Germain, en el que volvió a jugar el lateral español Juan Bernat tras recuperarse de la rotura del ligamento anterior de la rodilla izquierda que le ha mantenido trece meses fuera de los terrenos de juego, permitió a los de Pochettino dar la vuelta al marcador en la segunda mitad.
Eso sí, no sin sufrimiento, ya que si el portugués Danilo Pereira igualó la contienda para los locales a los 69 minutos tras rematar de cabeza un centro de Mbappé, el definitivo 2-1 no llegó hasta el minuto 87.
Un gol no exento de cierta polémica al sancionar el colegiado como penalti, tras revisar las imágenes de video, unas manos en el interior del área de Pierrick Capelle tras un remate de cabeza del argentina Mauro Icardi.
Pena máxima que Kylian Mbappé, que rompió una racha de cuatro encuentros consecutivos sin marcar, no desaprovechó para establecer el definitivo gol de la victoria que ratifica al PSG al frente de la clasificación, pero que no despeja las dudas que sigue mostrando el todopoderoso conjunto parisino.