La final de la Copa del Rey que enfrentará a Real Madrid y Osasuna en el estadio La Cartuja presenta un pulso entre técnicos que se procesan mutua admiración, Carlo Ancelotti y Jagoba Arrasate, y entre jugadores que serán decisivos para la conquista del título.
. Vinícius-Moncayola
Se perfila como uno de los duelos clave de la final. El momento imparable de Vinícius Junior, que encara rivales y los supera con una facilidad pasmosa. La pide siempre para ser el principal flujo ofensivo madridista en cada partido, partiendo pegado a banda izquierda y con libertad para inventar. Su marcaje es un reto para cualquier defensor del mundo que no encuentra una pausa para un respiro, exigido a dar el máximo, examinado en cada uno contra uno.
Será importante tener ayudas defensivas para Moncayola y no quedar expuesto ante Vinícius. Nunca a campo abierto porque en velocidad es imposible frenar al brasileño. Siempre en espacios cortos donde la agresividad en la marca será un factor a explotar por el defensa navarro. Es la primera final de Copa del Rey para ‘Vini’ que tiene hambre de éxito y el reto de dejar una huella imborrable. En su posición quedó para el recuerdo la carrera de Gareth Bale ante Marc Bartra en la última final en la que se presentó el Real Madrid para ganarla.
. Militao-Chimy Ávila
Ha jugado tres ratitos en un mes el Chimy Ávila, condicionado por las lesiones, pero no se perderá uno de los partidos de su carrera. Un guerrero del área que protagonizará un bonito pulso repleto de exigencia para Èder Militao, obligado el central brasileño a recuperar la fiabilidad defensiva que ha perdido en sus últimos encuentros y a vigilar de cerca a un jugador que castiga si le dejas un metro para armar el remate.
No marca el Chimy desde que en enero golpease primero en la eliminatoria copera de cuartos de final ante el Sevilla. Once partidos consecutivos sin gol aumentan su hambre de éxito en un día en el que sentirá que acapara los focos y en el que las esperanzas ofensivas de su equipo pasarán por su inspiración. Para Militao se inicia en La Cartuja una semana en la que debe recuperar su verdadera identidad, volver a ser el defensa “pesimista” que desea Ancelotti, sin relajaciones mentales ni excesos de confianza que en su caso, le convierten en terrenal.
. Rodrygo-Aimar Oroz
El factor sorpresa en las zonas decisivas del campo en cada equipo dependerá de dos futbolistas que reparten buenas dosis de magia en sus apariciones con balón. El brasileño Rodrygo ha asombrado con goles como el que levantó al Real Madrid en el derbi frente al Atlético de Madrid, marchándose de cada defensor que le salió al paso y definiendo con calidad. Se ha consolidado como titular indiscutible para Ancelotti trasladando su fiel rendimiento de la Liga de Campeones al resto de competiciones.
Aparecer Rodrygo en banda derecha como a espaldas de Benzema para dañar a la defensa rival. Una libertad que se aprecia en el fútbol de Aimar, en su temporada de la consagración. Valor emergente del fútbol español a sus 21 años, con 35 partidos este curso y el descaro por bandera para crear acciones de peligro. De su inspiración dependerá buena parte de las posibilidades del Osasuna.
. Benzema-David García
Guarda en el recuerdo David García una expulsión en su marcaje a Karim Benzema en la pasada edición de LaLiga en una acción que no encontró la forma de ponerle freno sin evitar la tarjeta roja. Es el pulso de los capitanes, los jugadores de mayor experiencia, líderes de sus equipos en el terreno de juego. El francés desde la delantera, el navarro desde el centro de la zaga.
El examen es mayúsculo para David. Poner freno al actual Balón de Oro, a las ganas de brillar de un futbolista que está ante una cita con la historia de su club. En la mano de Benzema convertirse en el jugador con más títulos del Real Madrid. Máximo goleador en la presente Copa del Rey con cuatro dianas, llega tras su exhibición en la vuelta de semifinales en el Camp Nou con un triplete al Barcelona. En su campaña de los altibajos busca subirse a la ola en los días decisivos y llegar lanzado al pulso con el Manchester City. Antes, tiene una cuenta pendiente con la Copa y el reto de marcar por primera vez en una final tras disputar dos y una verla desde el banquillo.
. Ancelotti-Arrasate
El elogio entre ambos y la predicción al oído realizada por Carlo Ancelotti a Jagoba Arrasate en LaLiga, cuando le dijo que se encontrarían en la final de Copa del Rey en Sevilla, han marcado el pulso que protagonizan. Cartas marcadas y poco que esconder entre dos técnicos que se conocen a la perfección. Una decisión importante del técnico del Osasuna, el lugar donde marcar la presión al rival que tan bien ejerce su equipo, que compite partidos con una personalidad e intensidad que genera su identidad.
Arrasate conoce los riesgos de adelantar la línea de presión cuando el rival le jugará con dos futbolistas como Vinícius y Rodrygo abiertos a las bandas, su capacidad de desborde en el uno contra uno si sus defensores no tienen ayudas. Juntar líneas es una opción ante el 4-3-3 claro que le plantea de salida Ancelotti. Buscar la superioridad en la medular con cuatro jugadores de Osasuna. Necesita el partido perfecto en lo táctico pero también en lo individual de sus jugadores, ante estrellas mundiales, para lograr el deseado título para el Osasuna.
