“El resultado de la temporada pasada fue insatisfactorio. No se lograron ninguno de los objetivos marcados. Los resultados y el juego del equipo esta temporada también demostraron que no había una mejoría”, informó el club en un comunicado.
Eso sí, el club más popular del país recordó que el italiano escribió su nombre “con letras de oro” en la historia del Spartak al conducir al equipo en 2017 a su primer título de liga en dieciséis años.
El despido de Carrera era un secreto a voces después de la eliminación del Spartak en la fase previa de la Champions League ante el PAOK, revés que acabó costándole el cargo. Carrera, que había sido segundo de Antonio Conte en la Juventus y la selección italiana, llegó al equipo moscovita a principios de la temporada 2016-17 tras el despido de Dmitri Alénichev y acabó logrando el título, lo que le convirtió en un héroe para la afición.
Con el italiano en el banquillo, el Spartak fue tercero la pasada temporada, pero los malos resultados de las últimas semanas y la incapacidad del equipo para marcar gol de jugada sumieron al club en una crisis.
No le ayudaron ni la grave lesión de su mejor defensa y flamante fichaje, el francés Samuel Gigot, ni la venta de su mejor jugador, el holandés Quincy Promes, al Sevilla, ni el escándalo con Denís Glushakov, líder moral del Spartak y que fue apartado del equipo. Asumió el cargo de manera interina el español Raúl Riancho, que ya trabajó como segundo en el Dinamo Kiev y la selección ucraniana, tras lo que fue contratado este verano por el Spartak Moscú.
Según la prensa local, suenan como sustitutos el seleccionador nacional, Stanislav Cherchésov, y el portugués Leonardo Jardim, que fue despedido hace poco como técnico del Mónaco.