La Premier League aceptó reunirse con Amnistía Internacional, que pidió poder discutir con la organización las políticas de dueños y presidentes después de la compra del Newcastle United por parte de un fondo saudí.
Amnistía Internacional quiere reunirse con la Premier para poner sobre la mesa las violaciones de los derechos humanos que se producen en Arabia Saudí y para hacer cambios en las legislaciones de la competición que impidan que este tipo de regímenes se hagan con el control de los clubes.
Las normas actuales de la Premier League, en lo referente a dueños y presidentes no hacen ninguna mención a los derechos humanos, algo que Amnistía Internacional pretende cambiar.
“Estamos encantados de la que la Premier League esté dispuesta a hablar sobre nuestras propuestas y que sea un punto de partida de un proceso que haga más fuertes las leyes de nuestro deporte”, dijo la consejera delegada de Amnistía Internacional en el Reino Unido, Sacha Deshmukh.
“La normativa actual respecto a quiénes controlan el fútbol inglés es incorrecta y no prohíbe a aquellos dueños que puedan haber sido cómplices en actos de tortura, esclavismo, tráfico de humanos e incluso crímenes de guerra”, añadió Deshmukh.
Amnistía Internacional ha afirmado, desde que salió adelante la compra del Newcastle, que ha sido un intento de “lavado de imagen a través del deporte” y que están intentando aprovecharse de la fama y el glamour de la Premier League.