El Real Madrid completó su último entrenamiento antes de la final de la Champions League en el escenario del encuentro, el Stade de France, donde los jugadores del equipo blanco probaron un césped recién plantado, escucharon con atención la charla de Carlo Ancelotti y se ejercitaron con más seriedad que el Liverpool.
Con un espectador de lujo en las primeras filas de la grada del Stade de France, el excapitán madridista Iker Casillas, que dialogó con Karim Benzema y Luka Modric y hasta hizo de fotógrafo para algún pequeño acompañante, la plantilla del Real Madrid realizó su última prueba antes de la final de la Liga de Campeones.
No hubo tantas risas ni bromas como en la sesión de un par de horas antes del Liverpool. Los rostros serios en la charla de Ancelotti en el centro del campo, de concentración, con un gesto de cariño durante esos minutos de Karim Benzema con Vinícius. El brazo derecho del francés abrazando al brasileño. Una pareja que ha sido decisiva para el éxito del Real Madrid esta temporada.
Dio paso a una sesión suave, de poca carga de trabajo a 24 horas de la final. Con balón en los rondos, los ejercicios, los partidos en reducidas dimensiones y las series de disparo finales.
Ancelotti contó con toda su plantilla, con el austriaco David Alaba y el brasileño Marcelo recuperado de sus problemas musculares. Fue el último entrenamiento de la temporada y el último como madridistas para jugadores como Gareth Bale, Isco Alarcón y Marcelo, que cierran una etapa en el club blanco, más algún futbolista más que conocerá su futuro tras la disputa de la final.
Nada de lo probado en los entrenamientos muestra a los jugadores la decisión de Ancelotti de su equipo titular. Lo comunicará en la charla previa al partido en el hotel de concentración, minutos antes de partir hacia el Stade de France, donde el Real Madrid buscará su decimocuarta Copa de Europa.
El uruguayo Fede Valverde parte con ventaja sobre el brasileño Rodrygo en la única duda por despejar del once.