Era el pasado abril cuando el Leeds, en plena pelea por el ascenso a la Premier League, se adelantó ante el Aston Villa con un gol del polaco Mateusz Klich cuando un rival estaba en el suelo lesionado.
Pese a las quejas de sus propios jugadores, que no querían aceptar las peticiones de Bielsa, el técnico argentino ordenó que concedieran el gol del 1-1 al conjunto de Birmingham para volver a empezar desde una situación de igualdad.
El encuentro terminó definitivamente 1-1 y el Leeds perdió finalmente la posibilidad de ascender a la Premier League, algo que lograría el Aston Villa tras superar al Derby County en las eliminatorias de ascenso.
Cinco meses después, Bielsa fue premiado junto a su equipo por el gesto de juego limpio en la gran gala de La Scala milanesa. Sin embargo, el argentino no pudo estar presente y envió a un delegado para recoger el premio.