Pablo Caballero quedó disconforme con la actuación del árbitro Mario Díaz de Vivar este miércoles en Capiatá frente a Cerro Porteño. El adiestrador refirió que no se mide con la misma vara cuando el que comete la falta pertenece a un club modesto como Independiente.
“Cuando es para los equipos grandes la misma jugada, eso no es ni amarilla. No quiero que a mi equipo le empiecen a mostrar nuevamente cosas raras como en el torneo pasado”, dijo en conferencia de prensa al ser consultado sobre la expulsión de Claudio Vargas.
El volante vio la tarjeta roja a instancia del cuarto juez ya que inicialmente el principal solamente mostró la amarilla tras una entrada fuerte contra el defensor azulgrana Álvaro Pereira. “No soy de calentarme, pero desde mi lugar me pareció que ni le toca a Palito”, refirió.
“Si era viceversa, si era un jugador de Cerro el que hacía esa jugada no es expulsión, entonces no pasa nada. Tenemos que empezar desde el primer partido a llorar un poquito, porque en Paraguay el que no llora no mamá”, continuó en charla con los medios de comunicación.
Por otro lado, Caballero dijo quedarse conforme con el rendimiento de sus jugadores. “Me voy tranquilo, conforme, lógicamente dolido por la derrota, algunas cosas que tenemos que ir ajustando, un equipo nuevo que armamos, y la realidad es que jugamos un buen partido, de igual a igual hasta la expulsión, que nos condicionó un poquito, pero igual intentamos”, analizó.
Por último, el técnico resaltó algunas cuentas pendientes que lograran con el desarrollo del torneo. “Tenemos que ser más sobrio, más compacto a la hora de atacar, pero eso va a venir con el tiempo, con los jugadores que acoplamos ahora estamos convencidos que vamos a hacer un buen torneo”, sentenció.