10 ago. 2025

Remontada y gloria: el triunfo que definió a Olimpia en la Libertadores 2002

23 años después, recordamos cómo el Decano dio vuelta una final complicada y volvió a coronarse campeón continental

Olimpia

La última vez que Olimpia y el fútbol paraguayo levantaron un título internacional.

Foto: Victor Hugo Bogarin

El 31 de julio de 2002 quedó marcado en la historia del fútbol paraguayo. En el estadio Pacaembu de São Paulo, Olimpia logró una hazaña épica: remontó una final difícil y ganó su tercera Copa Libertadores ante el Sao Caetano en una definición por penales.

Un golpe duro y una semana complicada

Todo empezó mal para el Decano. En el partido de ida en Asunción, perdió 1-0 ante un Sao Caetano sólido y joven. Esa derrota desató una crisis dentro del club. El presidente Osvaldo Domínguez Dibb lanzó críticas duras contra algunos jugadores y renunció antes del partido de vuelta. El ambiente estaba tenso y la esperanza parecía escasa.

Olimpia

Foto: Victor Hugo Bogarin

La remontada que nadie esperaba

En el Pacaembu, Sao Caetano volvió a marcar primero, aumentando la ventaja. Pero Olimpia no se rindió. En el segundo tiempo, Gastón Córdoba sacó un zurdazo cruzado que empató la serie. Luego, Richart Báez sorprendió a todos con un cabezazo elevado que cayó lento y justo por encima del arquero Silvio Luiz, poniendo el partido 2-2 en el global.

El estadio se quedó en silencio. Olimpia estaba vivo y la definición se iba a los penales.

La gloria en los penales

En la tanda desde los doce pasos, Olimpia mostró mucha calma y seguridad. Convirtieron Enciso, Orteman, Rodrigo López y finalmente Mauro Caballero, quien definió con un potente disparo que pasó justo por debajo del arquero. Gol. Olimpia volvió a ser campeón de América.

El presidente entre su gente

En un gesto emotivo, Osvaldo Domínguez Dibb estuvo alentando desde la tribuna visitante, junto a los hinchas. Terminó abrazando a los jugadores, dejando atrás las diferencias para celebrar un triunfo que quedará para siempre en la historia.

Una estrella forjada en la adversidad

La Libertadores 2002 no fue solo un título. Fue una prueba de carácter y unión. Olimpia superó una crisis interna, la presión y el marcador adverso para demostrar que su grandeza está hecha de lucha y pasión.

A 23 años de esa noche, la memoria sigue viva. Porque el Pacaembu fue testigo de una hazaña que convirtió a Olimpia en gigante de América.

Por Victor Hugo Bogarín - @diariokue

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