Mientras Zinedine Zidane, ya cerca de cada grupo en su turno de entrenamiento siempre protegido con mascarilla, va subiendo la intensidad de la carga física con exigentes circuitos, la prioridad va pasando a ser la recuperación de la confianza con el balón.
El Real Madrid disfrutó del segundo día con trabajo en grupos con balón, siguiendo las que apunta en su web como “estrictas normas sanitarias del protocolo fijado por LaLiga debido a la pandemia del coronavirus”. Hubo tiempo para carga física inicial antes de ejercicios con balón en la mañana del martes.
Se ausentaron nuevamente de la sesión los lesionados Luka Jovic y Mariano Díaz, y mientras que Eden Hazard es uno más en toda la sesión, ilusionando al madridismo con su recuperación para el regreso de LaLiga Santander en junio, el cuerpo técnico va más lento con Marco Asensio.
El centrocampista, lesionado de rodilla de gravedad en la pretemporada y que no ha jugado en todo el curso, entrena con un peto de color diferente a sus compañeros, naranja, que lo diferencia en los ejercicios en los que va ganando confianza en su regreso progresivo a la dinámica de grupo.
Zidane incidió en el trabajo con balón, de forma individual primero y en combinación después, con ejercicios que devuelven la confianza al jugador en la disputa del esférico y la efectividad de la posesión.