Eduardo Berizzo saltó con su esquema predilecto, el 4-3-3, con un mediocampo fresco en donde resaltó el recientemente nacionalizado Gastón Giménez, quien fue acompañado por otro de esa condición, Andrés Cubas, mientras que el último integrante de la línea de quite y juego fue Matías Villasanti, capitán de Cerro Porteño, el campeón del fútbol paraguayo.
A los nombres propios de la nueva camada, como Gustavo Gómez, Junior Alonso, Darío Lezcano y Miguel Almirón, hay que agregar como novedad de quilate la presencia del lateral Alberto Espínola, quien ganó la pulseada a Juan Escobar.
El juego comenzó con la estadística muy en contra, ya que la Albirroja perdió cuatro de los últimos cinco juegos de local por las Eliminatorias, sin olvidar además que los dos últimos lances contra los incaicos quedaron en poder de los visitantes.
El equipo nacional tomó las riendas y amenazó seriamente el arco de Pedro Gallese, a los seis minutos, con un disparo rastrero de Darío Lezcano ejecutado tras recibir un servicio de Cubas. Paraguay prefirió el lado izquierdo para atacar con un profundo Blas Riveros y volvió a acariciar el tanto inicial, pero Lezcano no alcanzó a dar el cabezazo y a Almirón le jugó en contra el cambio de perfil (11 m).
Paraguay fue enérgico y no dio respiro a Perú, que bien pudo quedar en inferioridad numérica por una fuerte entrada de Carlos Zambrano contra el nuevo 10 de la selección, Miguelito, pero el VAR se quedó conforme con la explicación de Néstor Pitana (17 m).
Beto arañó de vuelta el gol albirrojo en una media hora en la que se neutralizó completamente al elenco de Gareca y no permitió la asociación de Christian Cueva, Raúl Ruidíaz y André Carrillo. Llegó hasta el arco de Gatito, más por titubeo defensivo, que por méritos propios. Luego del último cuarto mucho más trabado, el marcador se mantuvo en blanco al descanso.
En el complemento, la condición cambió rápidamente. Paraguay cometió otro desliz defensivo, esta vez el hecho tuvo como protagonista a Gustavo Gómez, de imperial presentación hasta este momento. Pero a los 52 calculó mal, peinó y dejó la pelota a disposición de las botas de Carrillo, quien castigó a Fernández.
El gol desconcertó, claramente. Pese a que Hernán Pérez midió la reacción de Gallese a los 58, el local repitió errores y pudo quedar al borde del abismo en otra salida en falso de Alonso.
Con la desventaja, Berizzo metió tres cambios en una apuesta por Richard Sánchez, Raúl Bobadilla y Ángel Romero, quien necesitó solo tres minutos para encontrarse con el tanto después de una habitación de Espínola y renovar la esperanza de la Albirroja (65 m).
El compromiso se avivó por completo. Se peleó cada centímetro de la cancha. Paraguay fue puro empuje y debió pasar sofocones intensos por volcarse en la ofensiva. Pero el premio llegó y el castigo poco después para la desazón final.
Ángel volvió a adelantar a Paraguay tras otro servicio de Beto Espínola, quien en el complemento se despojó del nerviosismo y pasó la prueba en su debut (81 m). La algarabía duró poco, solo tres minutos, cuando Carrillo volvió a sacar provecho del mal cálculo de Gómez para volver a desinflar la esperanza paraguaya como suele ser en los últimos tiempos.