Los choques, según informan medios locales, son en el barrio napolitano de Fuorigrotta, a poca distancia del estadio donde se disputará el encuentro, y las fuerzas policiales se han visto obligadas a intervenir para disolver el tumulto.
La mayoría de los 300 ultras del conjunto berlinés que habían viajado a Napoli durante la víspera del encuentro han abandonado la ciudad al carecer de entradas para presenciar el encuentro en el estadio napolitano.
Ya esta madrugada los aficionados más radicales de ambos equipos se enfrentaron y once seguidores del club alemán fueron detenidos en la ciudad partenopea después de que se negasen a someterse a controles en una plaza cercana a la estación central de la ciudad, donde la policía italiana ya esperaba su llegada.
Con la cara cubierta por pañuelos para no ser identificados, el grupo de alemanes, en el que también había aficionados ‘ultra’ del Borussia Monchengladbach, afición hermanada con la del Unión Berlín y enemistada con la del Napoli, dañaron coches cercanos y mobiliario urbano, al tiempo que atacaban a las autoridades con barras de metal o lanzando petardos y adoquines.
En ese momento fueron detenidos por la DIGOS (División de operaciones especiales) 10 seguidores que podrían recibir un Daspo internacional, medida que consiste en la prohibición de acceso a eventos deportivos.
Además, en el barrio napolitano de Secondigliano fue detenido otro hincha del Unión Berlín por actos violentos contra la autoridad.
Para el partido, la ciudad de Napoli se ha blindado con un despliegue de 900 policías para evitar que se repitan los actos que sucedieron el pasado mes de marzo, cuando en los octavos de final de la campaña pasada, 600 seguidores del Eintracht de Fráncfort viajaron a Nápoles sin entrada -debido a los altercados provocados en la ida- y sembraran el caos en la tarde del partido en el centro histórico de la ciudad.
El Napoli encara el duelo en el Estadio Diego Armando Maradona como segundo de grupo y una victoria ante el Unión Berlín, colista del grupo con pleno de derrotas, podría dejar sentenciado el pase a octavos de final. EFE