Rafa Nadal sigue quemando sus etapas de preparación con miras a los Juegos Olímpicos de París 2024 y, tras un largo y sufrido partido, se impuso con remontada incluida al argentino Mariano Navone, por 6-7 (2), 7-5 y 7-5, plantándose también en las semifinales individuales de Bastad (Suecia).
Las cuatro horas de partido (a punto batir récord de mayor duración en tres sets) a buen seguro que le han venido bien a Nadal en su búsqueda de sumar minutos sobre la pista de tierra batida, de recuperar buenas sensaciones. Fue intenso, duro, bajo el calor sueco, y ante un rival que también ama este tipo de superficies y que casi le llevó al límite. Lo que necesita el manacorí.
Navone (n.39 ATP), 23 años, ganador este año en Cagliari y finalista en Buenos Aires, Rio de Janeiro y Bucarest, le plantó cara a Nadal desde el fondo de la pista con duros y ajustados golpes, entrando en una dura lucha que trajo consigo buenos puntos y numerosas bolas de rotura de saque.
No en vano, ambos se rompieron en 18 ocasiones el servicio: 10 favorables a Nadal (10/21), 8 para Navone (8/15). Y es que el servicio no fue el arma ni de uno ni de otro.
El primer set se resolvió en favor del argentino tras haber desaprovechado primero dos bolas en el décimo juego con su saque y haber salvado otras dos de Nadal en el duodécimo. Se lo llevó Navone en un ‘tie break’ que inició arrollando (5-0).
La segunda manga vio a Nadal imparable, situándose con un favorable 3-0 (dos roturas de saque), pero reaccionó Navone, que se llevó los cuatro siguientes juegos merced a notables golpes de fondo. Pero cuando mayor dudas parecía tener, el mallorquín sacó su genio, su garra, y con una nueva rotura del saque rival en el undécimo terminó igualando la contienda (7-5) y forzando el ser definitivo.
De nuevo, la alternancia en el marcador se hizo protagonista. Navone se puso con un favorable 2-0, pero Nadal respondió de forma contundente con los cinco siguientes juegos (5-2). Parecía tener ya el partido en su mano, con dos ‘break’ de ventaja. Tuvo que sufrir. Tanto que el argentino igualó la contienda (5-5).
Ambos se castigaban duro, alternando golpes que levantaban aplausos con algunos errores; y todo estaba en el aire. Pero de nuevo surgió la experiencia-calidad de Nadal, que ajustó sus restos, se hizo con una nueva rotura en el undécimo y, con volea y saque, en el duodécimo, se llevó el partido.
Nadal vuelve a una semifinal ATP dos años después, pues la última fue en Wimbledon 2022. Y lo hace por partida doble en Bastad, pues este sábado se debe medir en individual al croata Duje Ajdukovic (n.130), que previamente dio la sorpresa al derrotar al brasileño Thiago Monteiro (n.85), por 6-2, 4-6 y 6-4; y también en el torneo de dobles junto al noruego Casper Ruud.
Si buscaba minutos y buenas sensaciones, verse abajo en el marcador y sufrir para remontar, encontrar la dureza de sus golpes desde el fondo de la pista, Nadal parece estar cumpliendo objetivos en Suecia. EFE