Un partido decepcionante del United, que recibió un gol cuatro jornadas después en esta competición y que soportó cuanto pudo la ofensiva. A trompicones, por momentos se tambaleó, pero resistió hasta el comienzo de la segunda parte, que marcó definitivamente el principio del fin para él en Saint James’s Park, donde el desenlace fue más que esperado.
Porque, menos la primera aparición de Garnacho, frustrada con el pie por Pope, todo lo demás en ataque en el primer tiempo y mucho más allá, casi en todo el encuentro, fue del Newcastle, que trasladó constantemente el juego al campo contrario, con ocasiones y méritos suficientes para haber tomado ventaja antes del descanso. No lo hizo. Por desatino.
También por alguna parada de Onana. El guardameta, señalado en varias ocasiones en esta temporada, fue el salvador entonces en una parada ante Miguel Almirón, cuyo remate en el área iba a gol. Se había superado tan solo el cuarto de hora. La estirada del portero impidió el 1-0, como después lo hizo la ineficacia de Isak, que lanzó fuera una oportunidad inmejorable, o la cruceta, cuando repelió la falta lanzada de forma fantástica por Trippier.
Un alivio para el United, sometido a un dominio indiscutible por el bloque local, que lo presionó, lo devoró metro a metro, pero le faltó el gol, que sí llegó después, en el comienzo de la segunda parte, en la enésima salida fallida del equipo de Erik Ten Hag que activó la destreza en el contragolpe del Newcastle, en cuatro toques resolvió la concesión.
El último pase, profundo por la derecha, correspondió a Trippier. El remate, en el segundo palo, indetectable en su llegada, fue de Anthony Gordon. Fue el 1-0. En el minuto 55. Cuando apareció el tanto, tan previsible, nada extraño, el Newcastle había propuesto 18 tiros por nada más dos de su adversario, cuyo único disparo a portería, el citado de Garnacho, se remontaba al tercer minuto del encuentro. Casi una hora antes. Nada más.
Ni siquiera el gol lo despertó. Tampoco los cambios de Hojlund y Antony por Rashford y Martial. Tampoco después las entradas de Reguilón y Amrabat. Siempre fue el Newcastle el equipo que más atacó. Wan Bissaka salvó milagroso el 2-0.
No hubo apenas noticias en ataque del United hasta el tramo final. Su primer córner fue en el minuto 82. Entonces, amagó con una ocasión, con una volea de Reguilón y con la lesión del portero Pope, aparentemente en el hombro izquierdo. Se retiró del campo con esa articulación inmovilizada, acompañado por los médicos, reemplazado de inmediato por Dubravka, aliviado después con el gol anulado a Maguire por un claro fuera de juego.
Una reacción demasiado tardía del United, que sólo fue a por el partido cuando lo sintió perdido. Cae a la séptima posición, a nueve puntos del liderato del Arsenal, mientras se mantiene al borde del abismo en la Liga de Campeones. Necesita mucho más.
- Ficha técnica:
1 - Newcastle: Pope (Dubravka, m. 86); Trippier, Lascelles, Schar, Livramento; Miley, Guimaraes, Joelinton; Almiron, Isak, Gordon (Ritchie, m. 97).
0 - Manchester United: Onana; Wan-Bissaka (Reguilón, m. 80), Maguire, Shaw, Dalot; Mainoo (Amrabat, m. 80), McTominay; Rashford (Antony, m. 61), Bruno Fernandes, Garnacho; Martial (Hojlund, m. 61).
Gol: 0-1, m. 55: Gordon.
Árbitro: Robert Jones. Amonestó con tarjeta amarilla al local Joelinton (m. 97) y a los visitantes Maguire (m. 77) y Antony (m. 92).
Incidencias: partido correspondiente a la decimocuarta jornada de la ‘Premier League’, disputado en Saint James’s Park ante unos 52.000 espectadores. EFE