Mientras el Borussia aspira a que Europa les coloque en los buenos raíles, en París el duelo llega con una sensación de “cara o cruz”.
Los de Thomas Tuchel, que regresará al estadio donde conoció la élite del fútbol europeo, necesitan un partido de envergadura para conocer si su amplio dominio en Francia es suficiente para la competición continental.
Todo apunta a que el técnico germano contará con su estrella Neymar, tras las dudas mostradas hace unos días, lo que no parece tan claro es si estará en el elevado estado de forma en el que jugaba hace unas semanas.
Un techo que parece estar tocando Pablo Sarabia, alabado por su entrenador y candidato al once de salida, junto a Neymar, Kylian Mbappé y Ángel di María, lo que dejaría en el banquillo al argentino Mauro Icardi y al uruguayo Edinson Cavani.
Las cosas parecen más claras en el centro del campo parisiense, con el retorno de Marquinhos al puesto de centrocampista de recuperación junto a Marco Verratti.
El Borussia Dortmund llega al duelo de ida contra el PSG en una temporada en la que el juego del equipo se caracterizó por las oscilaciones entre grandes partidos en los que los dirigidos por Lucien Favre se muestran intratables y otros en los que se ven castigados por los propios errores.
Los problemas del equipo están ante todo en la zona defensiva. Hacia adelante, la potencia goleadora del Dortmund se mostró a lo largo de la jornada y además, tras la pausa de invierno, se reforzó por la llegada de Erling Haaland.
La última línea del Dortmund suele jugar muy adelantada lo que acostumbra a traer problemas ante equipos con jugadores rápidos en punta.
En lo personal, Favre tiene que compensar dos bajas importantes que son la del capitán Marco Reus, con una lesión muscular, y la de Julian Brandt, con una fisura en los ligamentos del tobillo y habitualmente encargado de la creación en el centro del campo.
Aunque las ausencias de Brandt y de Reus parecen pedir a gritos la presencia de Mario Götze en la formación titular Favre optó en el último partido con un cambio de sistema con una defensa de tres hombres y con Achraf Hakimi y Raphael Guerreiro jugando más adelantados para potenciar la llegada por las bandas.
Por otra parte, el duelo representa para el Dortmund el reencuentro con su ex entrenador Thomas Tuchel que salió del club por diferencias con la cúpula, justo tras haber ganado la Copa de Alemania.