“Sao Paulo seguirá siendo la sede del Gran Premio de Brasil hasta 2025!”, informó la F-1 en su perfil de Twitter.
La renovación del contrato con las autoridades paulistas, que finalizaba este año, entierra la posibilidad de trasladar la carrera a Río de Janeiro, un cambio que contaba con el respaldo del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pero que finalmente no se ha producido.
Según el calendario preliminar previsto para la temporada de 2021, el Gran Premio de Brasil, que pasará a llamarse Gran Premio de Sao Paulo, tendrá lugar el 14 de noviembre y será la antepenúltima prueba del campeonato
Este año no pudo celebrarse debido a la alta incidencia de la pandemia del nuevo coronavirus en Brasil, que hasta este martes sumaba cerca de 7 millones de contagios y casi 183.000 fallecidos relacionadas con la covid-19.
“Brasil es un mercado muy importante para la Fórmula 1, con seguidores devotos y una larga historia del deporte en el país. La carrera de Brasil siempre fue un destaque para nuestros incondicionales, pilotos y socios”, dijo en una nota el director ejecutivo de la Fórmula Uno, Chase Carey.
“Estamos ansiosos por proporcionar a los fanáticos de la Fórmula 1 una carrera emocionante en Interlagos en 2021 y en los años siguientes”, añadió.
En este nuevo ciclo, el Gran Premio de Brasil será administrado por Brasil Motorsport, empresa controlada por Mubadala, que es una compañía global de inversión propiedad del Gobierno de Abu Dabi.
El alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas, manifestó su “enorme alegría” con la continuidad de Interlagos en el calendario de la máxima categoría del automovilismo.
“Hicimos un gran esfuerzo por mantener la carrera en nuestra ciudad. Creemos que la realización del Gran Premio, además de divulgar la ciudad para el mundo, traerá contribuciones importantes para la generación de empleo entre la población”, expresó Covas.
De esta forma, la opción de Río de Janeiro queda, por el momento aparcada. La capital fluminense, que llegó a organizar diez ediciones del Gran Premio de Brasil antes de que fuera trasferido a Sao Paulo, presentó incluso un proyecto para construir un nuevo autódromo.
Sin embargo, la construcción del complejo encontró dificultades en la Justicia por su impacto ambiental.
El Ministerio Público se pronunció en la época al respecto y alegó que la zona donde será construido el trazado “es un área con vegetación en regeneración de elevada importancia ecológica”.
