La alegría se desató en todo el pueblo azulgrana tras la consagración de Cerro Porteño, que retribuyó de manera unánime la conquista al delantero Mauro Boselli y el entrenador Francisco Arce, quienes pasaron momentos difíciles durante el año, por la pérdida de madre e hijo, respectivamente.
“Tuve un año difícil, muy difícil. Primero el accidente de mi hija que casi muere, el fallecimiento de mi madre. Esto es una caricia al alma, el salir campeón es importantísimo, ahora a disfrutar por todo lo que pasó”, expuso el atacante Mauro Boselli, quien reflejó su alegría en redes sociales subiendo una foto con el entrenador, con la frase: “La merecíamos, Chiqui Arce. Algunos desde arriba nos ayudaron sin duda. ¡Dale, campeón!”.
El camino correcto. A su vez, el entrenador Francisco Arce expuso tras la consagración: “Nunca fallamos en el trabajo, en el laburo y búsqueda de mejores posibilidades de darle algo mejor al equipo, el esfuerzo del plantel fue grande para hacer sus tareas y somos merecidamente campeón”.
El DT adelantó que se apunta a la superfinal del domingo ante Olimpia y que luego evaluará su continuidad: “Hay que definir cómo seguir, cuál es el plan, cómo se va a desarrollar esa infraestructura. Hay que hacerlo de la mejor manera, no sé qué dirá la familia, si querrán tenerme más cerca. Estamos más cerca que lejos (seguir en Cerro), vamos a definir el tiempo del trabajo”, sumó el estratega.
Ya en vestuario Francisco Arce rotuló como un “milagro”, la definición, agradeciendo con mucho cariño a sus jugadores por el esfuerzo y la manera en la que el grupo le ayudó a salir adelante tras la pérdida de su hijo Alex, al que en redes sociales dedicó un posteo con la frase: “Te amo, hijo de mi vida... Que lo disfrutes”.