Aunque no se precisa el importe del fichaje, la prensa de ambos países había cifrado la operación en unos 52 millones de libras (61 millones de euros), lo que daría al centrocampista un sueldo semanal de unas 400.000 libras (470.000 euros).
En su página web, el Chelsea agradece a Óscar su “maravilloso servicio” y le desea “la mejor suerte para el futuro”.
Por su parte, el Shanghai SIPG, entrenado por el portugués André Villas-Boas, confirma en su portal que "Óscar llegará pronto a Shangai para realizar la revisión médica”.
El futbolista de 25 años deja el Chelsea después de cuatro años y medio en los que ha ganado la Liga inglesa, la Liga de Europa y la Copa EFL, si bien con la llegada del entrenador italiano Antonio Conte había contado con menos oportunidades.
Villas-Boas ya intentó fichar al internacional brasileño durante su etapa en el Tottenham Hotspur (2012-13) de Londres, pero Óscar se decantó por el Chelsea, cuyo banquillo acababa de dejar precisamente el entrenador luso en la anterior temporada.
La liga china, que se disputa entre marzo y octubre, por lo que está en pretemporada, va en camino de protagonizar los fichajes más caros en el mercado de invierno, como ocurrió hace un año con la llegada a la liga asiática de figuras como Jackson Martínez (por 42 millones de euros) o Alex Teixeira (50 millones).
El Chelsea, que pagó en torno a 25 millones de euros por Óscar en 2012, ya engrosó el año pasado sus arcas gracias a los clubes chinos, después de traspasar a Ramires al Jiangsu Suning por unos 18,5 millones de euros. EFE