En el mes de marzo pasado, Julio César Cáceres fue sancionado con cuatro años de suspensión.
Dos por el caso de doping con la sustancia conocida como octopamina, no permitida por reglamentación y detectada en su organismo el pasado 5 de agosto del 2016, luego de un juego ante el Sol de América, y dos años más por supuestamente negarse a hacerse otra prueba, en la penúltima fecha del Clausura, el 11 de diciembre del 2016.
“El tribunal considero ahora que no fue como ellos decían inicialmente”, alegó Julio César en contacto con Fútbol a lo Grande, explicando la nueva resolución de la ONAD.
Cáceres afirma además que hubo un error laboratorial y que desde lo ocurrido se siente comprometido con que situaciones similares no se vuelvan a presentar.
“Mi lucha es porque esto no le vuelva a pasar a nadie. Estoy defendiendo mi carrera. Siempre he hecho bien las cosas, dentro y fuera de la cancha. Nosotros los jugadores tenemos que colaborar. Este es el primer paso, ahora tengo para hacer el segundo y voy a esperar lo que resuelva el TAS”, complementó el futbolista de Guaraní.
Con esto, el mismo iniciará otra apelación ante el Tribunal Arbitral del Deporte, teniendo en cuenta que cumpliendosé un año, también podría solicitar una reconsideración.