Cuatro victorias, un empate y una derrota para “los dragones” es el balance de los portugueses en esta Champions, mientras que los del Pireo logran con tres puntos la tercera plaza que le da acceso a la Liga Europa, ya que, aunque concluyen con los mismos puntos que el Marsella, tienen el golaverage a favor.
El partido no tenía demasiado trascendencia, ya que el Oporto estaba clasificado matemáticamente como segundo de grupo y ya no podía alcanzar al Manchester City, mientras que el Olympiacos, ya eliminado, aspiraba a lograr la tercera posición para jugar en la Europa League.
Conceiçao aprovechó el duelo para dar minutos a jugadores poco habituales, entre ellos el delantero español Toni Martínez, que este año fichó por el Oporto, tras una excelente campaña en el Famalicao en la temporada pasada.
Abrió la lata en el minuto 10 el brasileño Otávio, que hacía las veces de capitán y que transformó con maestría un penalti pitado en el minuto 10 por Felix Brych, tras tocar en la mano de un defensor griego una bola peinada por el delantero español Toni Martínez
Cinco minutos más tarde, un clarísima ocasión para el delantero griego Giorgo Masouras, que en el corazón del área y solo ante el portero Digo Costa remató a las nubes.
La primera parte apenas tuvo ritmo y lo más sobresaliente fue la exhibición de calidad del brasileño Otávio, que ofreció un par de pases verticales para los atacantes del Oporto, mientras que el Olympiacos apenas mostró aptitud para llevarse el encuentro.
Tras el descanso, el técnico luso del Olympiacos, Pedro Martins, dio entrada al extremo serbio Lazar Randelovic, que sustituyó a Masouras para acompañar arriba al delantero marroquí ex del Granada El Arabi.
El encuentro continuó con la misma tónica y en el 63 Conceiçao dio entrada a los dos colombianos del Oporto, Uribe y Diaz, en sustitución de Baró y Anderson.
Fue trascendental el cambio, ya que los dos colombianos se encargaron de fabricar el segundo tanto en el minuto 77, obra de Luis Díaz, para sentenciar el encuentro.
Y un minuto más tarde, el internacional luso Semedo, que ya había sido amonestado, recibió la segunda amarilla tras cortar una internada por la banda de Luis Días, por lo que los griegos jugaron con uno menos los últimos doce minutos reglamentarios.
Con el 0-2, el Oporto se lleva un encuentro que dominó de principio a fin y donde los griegos fueron incapaces de inquietar a los lusos.