Olimpia consiguió una gran victoria en casa y ya piensa en la revancha. Foto: EFE
Por Nicolás Benítez. Tw: @NicoBen88. nicolas-benitez@d10.com.py
Olimpia de Paraguay enamora a todos. Sí, lo enamora, pero no por el buen fútbol, ese de toques como el de Barcelona, o la selección de España. Más bien lo que enamora de este Olimpia es su garra, esa garra que repetimos constantemente, digno de un equipo paraguayo. Y su verticalidad. Las ganas. Son muchas las características de este Olimpia para ganar los partidos sin tener un buen fútbol. Pero… ¿quién dice qué es bueno o malo?
La entrega, las ganas, el sueño de cada uno de estos futbolistas por ganar la cuarta Copa Libertadores que busca el Decano, el costo de la gloria, tocar el cielo con las manos. Esto hace soñar a los hinchas con poder festejar nuevamente, como en 1979, 1990 o 2002. Y cada año, si se quiere, tuvo a sus ídolos, pero en este Olimpia, el ídolo es la unión. Mal dicho, claro, pero para destacar es la unidad de grupo que tiene el equipo dirigido por la gloria viviente de Éver Hugo Almeida.
RESULTADO IMPORTANTE. Y vayamos al resultado. En Sajonia, en el estadio Defensores del Chaco, el Decano superó 2 a 0 a Independiente Santa Fe y debe visitar, el próximo martes, Bogatá, para la revancha. Y este resultado es importante, pero la ilusión se despierta desde la actitud de los protagonistas, más que dede el 2-0.
ALMEIDA Y LOS GOLES. Para la victoria, se destaca primero la actitud, pero luego, también, la visión de juego que tuvo el DT Almeida, una vez más. Es que metió a Ale Silva para que este sea la figura del partido con dos acciones importantísimas. Si bien no marcó, fue protagonista de ambos tantos. En el primero le cometieron penal y en el segundo habilitó al goleador. Herminio Miranda y Juan Carlos Ferreyra hicieron gritar al hincha… marcaron los goles.
Ricardo Mazacotte, Matías Giménez y Nelson Benítez, las caras nuevas de este Olimpia. Foto: EFE
ARROLLADOR. El fútbol tantas veces no tiene respuestas a muchas dudas y en ocasiones se hace difícil analizar cómo un equipo que tanto presionó, atacó y tuvo ocasiones de gol no pueda convertir. Y así se dio la primera etapa del compromiso. Olimpia, con mucha garra, dominó durante toda la fracción pero fue a vestuarios sin festejo. Al equipo paraguayo le costó anotar, pues no tuvo puntería.
Desde el arranque del compromiso, el Decano estuvo cerca de convertir. La pelota inicial fue para atrás y un defensor franjeado ya mandó el balón al área rival. Olimpia tuvo la primera a 14 segundos de iniciado el juego y dio el mensaje clave: iba a jugar a los pelotazos, vertical, directo…
Y el equipo de Éver Hugo Almeida fue arrollador ante un Independiente Santa Fe que esperó bien parado atrás, pero le costó contener la furia franjeada. Salgueiro y Bareiro estuvieron imparables arriba y fueron oxigenados por los laterales, Mazacotte y Benítez, y por Pittoni, Giménez y Aranda, volantes que estuvieron bien en la contención y ayudaron subiendo cuando Olimpia tuvo la pelota. Giménez fue el más retrasado.
FALTA DE PUNTERÍA. Pero dentro de las claras, tenemos que hablar de muchas que pasaron cerca, es decir, no acertaron el arco. Todas pasaron rozando el palo de Vargas, que intervino solamente en un cabezazo de Bareiro. Después, Pittoni, Mazacotte y el Zorro tuvieron disparos potentes pero sin puntería. También se puede decir que los “nuevos” del equipo pasaron el examen.
SIN RESPIRO. Peligros en el arco de Martín Silva no existieron. Eso de “la mejor defensa es el ataque” explica cómo Santa Fe debió defenderse durante toda la primera etapa y casi no pudo salir. Además, cuando los colombianos recuperaban e intentaban ir al ataque, la presión de la línea de volantes de Olimpia no les permitió pasar el medio sector y perdían rápidamente la posesión. La esperanza de Independiente, Omar Pérez, casi no tuvo oportunidades gracias a la agobiante marca decana.
PIERDE OLIMPIA. Ya cuando ambos equipos estaban para ir a vestuarios, Héber López, árbitro brasileño, sorprendió con las expulsiones del colombiano Gerardo Bedoya y el uruguayo Juan Manuel Salgueiro. En la repetición de la transmisión se pudo ver que el primero dijo algunas palabras al segundo, este se acercó y ante el más mínimo contacto se tiró al suelo. López echó a los dos. Irresponsabilidad, estupidez, comportamiento infantil, o como sea, lo cierto es que Olimpia se pierde a su mejor jugador para la vuelta y, de pasar de ronda, también el primer partido de la final, pues fue roja directa para ambos.
REPLANTEAMIENTO. Ya para la complementaria, ambos clubes con uno menos, Almeida ordenó el ingreso del Tanque Juan Carlos Ferreyra y Alejandro Silva, por Pittoni y Mazacotte. Santa Fe no cambió. De juego cambió mucho, pues la ausencia de Salgueiro como el cerebro del equipo, se notó. Además, con uno menos, los laterales ya no pudieron proyectarse tanto. El que más subió fue Ale Silva, hombre de recambio con mayor oxígeno. Benítez se quedó más y Giménez y Aranda no podían arriesgarse a subir demasiado, pues en una contra la defensa paraguaya quedaría huérfana.
Más trabado, la pelota corrió más en el mediocampo. Olimpia ya no era el mismo de la primera etapa, pero consiguió avisar con un cabezazo de Bareiro que pasó cerca.
Herminio Miranda abrió el marcador en Sajonia, de tiro penal. Foto: EFE
El Defensores del Chaco explotó unísono y comenzó a alentar, empujando al equipo y recordándole que el resultado debía ser más amplio. En las gradas se vio una fiesta con bombas y cánticos. Retumbaba Sajonia. Y Olimpia volvió. Olimpia volvió a ser el mismo de los partidos anteriores y entendió que el 1-0 era un resultado que podía ser corto para la revancha en Colombia.
SILVA, LA FIGURA. El Decano comenzó a estirar la balanza a su favor. Y Ale Silva empezó a mostrar su calidad. El chico uruguayo se adueñó del equipo y generó el segundo tanto franjeado. El lateral-volante, tras una gran jugada, habilitó solo al Tanque Ferreyra, quien sin marca concretó el 2-0 para el delirio en las gradas y el sueño comience a hacerse realidad, pero paso a paso, claro.
El “Tanque” Ferreyra anotó el segundo tanto del equipo de Almeida. Foto: EFE
El Tanque, tras el gol, pidió cambio y se retiró lesionado. Cabe recordar que jugó entre algodones, tras su lesión. Pero quiso ayudar e ingresó. Enzo Prono lo reemplazó y, ya con la defensa colombiana destruida, tuvo un mano a mano pero Vargas tapó bien su remate cruzado.
Pero Olimpia ganó, y ganó bien. El 2-0 es una ventaja importante para visitar el Campín de Bogotá el próximo martes. Y quién le saca la ilusión y el sueño al hincha olimpista. Más con este equipo que acostumbra a superar todo obstáculo posible... El tiempo lo dirá.