La Policía del estado de São Paulo informó en rueda de prensa junto al exjugador que cinco personas fueron detenidas acusadas de extorsión mediante secuestro y que Carioca transfirió alrededor de 40.000 reales (unos 8.000 dólares) a las cuentas de los secuestradores.
El exfutbolista relató que tres individuos lo abordaron el sábado en la madrugada en la zona este de la ciudad de São Paulo, después de acercarse en coche a la casa de una amiga para entregarle unas entradas para un concierto.
“Me dieron un culetazo en la cabeza y cuando entré al carro me colocaron una capucha y ya no vi nada”, afirmó.
Los secuestradores se lo llevaron a él y a la amiga a una casa donde le amenazaron con un arma, le pidieron la contraseña del celular y le forzaron a transferir dinero.
“Yo no estaba preocupado por el dinero, sino por mi vida y la de mi amiga. Les dije que solo quería que me soltaran. No es fácil tener una pistola apuntándote a la cabeza todo el rato”, contó, emocionado.
Los secuestradores, dijo el exjugador, le obligaron a grabar un video que luego circuló en redes sociales en el que decía que en el concierto había tenido un “lío” con la amiga y que había sido secuestrado por el marido de esta.
Carioca aclaró en la rueda de prensa que no tiene ningún tipo de relación sentimental con su amiga, mientras que la Policía señaló que este tipo de videos son “comunes” para despistar a los investigadores.
Después de recibir una denuncia anónima que apuntaba a una casa donde supuestamente estaban los secuestrados, los agentes acudieron al lugar en la tarde de este lunes y vieron a dos mujeres “nerviosas”, tras lo cual siguieron adelante hasta dar con Carioca.
Como futbolista, debutó en 1988 con el Flamengo, recaló después en el Corinthians y en 1997 tuvo un paso fugaz por el Valencia.
Excelente lanzador de faltas, motivo por el cual recibió el apodo de “Pie de Ángel”, llegó a disputar cuatro partidos oficiales con la selección brasileña, con la que anotó dos goles. EFE