El cuadro de Jose Mourinho ha cerrado el año de manera gris. Con tres empates consecutivos -Leicester, Burnley y Southampton- que le han distanciado en catorce puntos del Manchester City, líder de la clasificación y que el domingo visita al Crystal Palace.
El Manchester United se atascó ante un rival que pelea por la permanencia y que en Old Trafford sumó su octavo encuentro sin ganar. Cuatro empates y cuatro derrotas resumen sus ocho últimos partidos. No gana el equipo del argentino Mauricio Pellegrino desde que el pasado 26 de noviembre se impuso al Everton.
El choque se agitó al cuarto de hora, con la preocupación sobre el estado del belga Romelu Lukaku, que tuvo que abandonar el terreno de juego en camilla y con una máscara de oxígeno tras recibir un golpe en la nuca en la puja por un balón.
Lukaku y Wesley Hoedt saltaron a por una pelota aérea y el jugador del Southampton, involuntariamente, propinó un golpe al futbolista belga. Lukaku cayó al césped donde estuvo durante varios minutos sin moverse. Los médicos del conjunto de Manchester atendieron al futbolista, que fue retirado del campo de juego inmovilizado y con una máscara de oxígeno.
Marcus Rashford ocupó el lugar del futbolista belga, que fue trasladado a un centro médico de la ciudad.
El Manchester fue incapaz de anotar ante un rival disciplinado y que tuvo también claras oportunidades de marcar. El meta español David De Gea apareció para desarbolar tres opciones claras de los visitantes.
El United, rival del Sevilla en los octavos de final de la Liga de Campeones, no encontró la manera de superar al Southampton y cerró el año con dudas y un botín menor. El Chelsea, que goleó al Stoke (5-0), le arrebató el segundo lugar en la tabla. EFE