“Está cada día mejor, es increíble la recuperación”, dijo el médico en breves declaraciones a periodistas, tras visitar a Maradona.
Luque descartó, sin embargo, que el exastro del fútbol sea dado de alta este lunes de la Clínica Olivos, en la periferia norte de Buenos Aires, donde permanece ingresado.
“La idea es que no se vaya mañana”, afirmó.
Maradona había sido ingresado el lunes pasado en una clínica de la ciudad bonaerense de La Plata por anemia, deshidratación y con un “bajón anímico”, pero al someterse a chequeos más detallados se le diagnosticó un hematoma subdural y fue trasladado el martes a la Clínica Olivos, donde fue operado.
Este sábado, el abogado del futbolista, Matías Morla, había dicho tras visitarlo que Maradona estaba “sedado” y que él y sus allegados y familiares tenían mucha “incertidumbre” sobre la evolución de su estado de salud, aunque se mostró confiado en el cuerpo médico que lo asiste.
“Está muy lúcido, está muy bien. Está despierto, está muy bien, en serio”, recalcó este domingo Luque.
Además del médico, este domingo Maradona también recibió la visita de Dalma, una de sus hijas.
El 30 de octubre, día en que cumplió 60 años, Maradona, que arrastra un largo historial de problemas de salud y adicciones, estuvo en el estadio del Gimnasia y Esgrima La Plata, club al que dirige, en la primera jornada del torneo argentino, pero se retiró a los pocos minutos visiblemente desmejorado y con problemas de movilidad.