El Sao Januario es conocido como un estadio difícil para los visitantes.
Por Nicolás Benítez. Tw: @NicoBen88. nicolas-benitez@d10.com.py
Olimpia medirá este miércoles a Fluminense, en juego de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores de América. Por historia, el conjunto paraguayo es favorito ante un rival sin mucha jerarquía internacional, pero con figuras que pueden hacer la diferencia y con la chapa de ser un equipo brasileño, siempre difícil para los paraguayos.
La grandeza del equipo dirigido por una gloria viviente como Éver Hugo Almeida deberá relucir en Río, la franja negra tendrá que mostrar su peso en un partido donde la concentración e inteligencia de los paraguayos serán clave para volver a Asunción con un resultado conveniente a las pretensiones de Olimpia, que sueña con ganar su cuarta Copa Libertadores, un torneo en donde hasta el más mínimo detalle se vuelve relevante buscando avanzar.
Pero ni Rhayner, Fred o Wellington Nem, el probable tridente ofensivo local, será el principal rival franjeado, si se tiene en cuenta que el partido se disputará en el Estadio Vasco Da Gama, más conocido como el Sao Januario, un lugar hostil por donde se lo mire.
Pequeño a diferencia del Maracaná o el Engenhão, ambos de Río de Janeiro, donde Fluminense suele hacer de local, ahora privado de ellos, el rival de Olimpia apela al Sao Januario, conocido como un escenario donde “quedarse con los tres puntos es casi imposible”.
De hecho, en 2011, el diario británico Daily Telegraph definió este estadio como uno de los cinco más hostiles del mundo, junto con el Mestalla (Valencia, España), el Westfalenstadion (Borussia Dortmund, Alemania), el Ali Sami Yen (Galatasaray, Turquía) y el San Paolo (Nápoli, Italia).
Temido. Varios medios brasileños reflejan lo peligroso que se vuelve el Sao Januario.
Según el periodista Henry Winter, que visitó Río de Janeiro, es de temer. “Estuve en tres estadios de Río, también en el Maracaná y en el Engenhão, pero el Sao Januario enloqueció en un juego del año 2000, cuando Edmundo estaba presente. Yo estaba en las graderías (la tribuna de prensa estaba repleta) y fui perseguido por ‘torcedores’ enloquecidos de Vasco. ‘Corré’, me dijo un policía”, cuenta el periodista inglés en un artículo del medio británico.
Con capacidad para 25.000 espectadores, si bien el nombre oficial es Estadio Vasco da Gama, se popularizó como Sao Januario ya que la calle principal del recinto deportivo lleva el mismo nombre, en una zona de Río temida por muchos.
Una de las calles del Sao Januario.
Es el escenario de uno de los clásicos rivales del Flu, pero esto “no causa vergüenza” al rival franjeado, según el periodista Maximilian Pimenta Cabral, de Futnet.com.br.
Data de 1927, cuando fue inaugurado un 21 de abril, en un juego contra el Santos. El gobierno brasileño lo declaró como parte del Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil.
“Con 274 metros de longitud, la fachada de Sao Januario Patrimonio Histórico y Artístico Nacional. Esta verdadera obra de arte es uno de los lugares favoritos del estadio por su singular belleza y la arquitectura relacionada con raíces portuguesas”, dice el sitio del Vasco.
El periodista de Fútbol a lo Grande, Arturo Máximo Rubín, dio su experiencia vivida en ese estadio, ya del año 1990, cuando viajó para trasmitir un partido entre el dueño de casa, Vasco da Gama, que recibió a Olimpia ese año en la fase de grupos, donde también estaban Gremio y Cerro Porteño. El equipo brasileño venció tanto al Decano (1-0), como al Ciclón (2-0). Pero esa derrota no privó al Expreso Decano levantar su segunda copa ese año, con un gran equipo según recuerdan los periodistas de la época.
“Yo estuve en 1990, en el Vasco-Olimpia. Es un estadio antiquísimo, poco confortable en ese tiempo y yo creo que hasta ahora no cambió mucho su fachada”, nos recuerda Arturo, quien definió al Sao Januario como “precario” y citó como ejemplo que “los bancos de suplentes están detrás de los arcos” y no donde habitualmente.
Los bancos de suplentes del Sao Januario están detrás de los arcos.
El entrenador de Fluminense, Abel Braga, cuando se refirió al estadio donde su equipo será local, bromeó diciendo que “la dificultad será la misma aquí (por el Sao Januario) o en Asunción”, teniendo en cuenta la presión que se vive en dicho escenario.
El 16 de abril de este año, la Conmebol emitió un comunicado oficial confirmando la aprobación del estadio para que Fluminense haga de local en la Copa Libertadores, disputando su primer partido de esta edición ante el Caracas de Venezuela.
El Sao Januario estaría repleto para recibir a Olimpia, pues el sitio Globo confirma que las entradas populares fueron agotadas y quedan muy pocas preferenciales.
La ‘torcida’ de Fluminense es una de las más populares del Brasil. Generalmente es local en el estadio Maracaná.
CAMBIOS. Según refleja el sitio oficial del Vasco da Gama, hoy el recinto deportivo es uno de los más remozados. Por ejemplo, los vestuarios “son los más modernos de América Latina”, con una estructura “de primer mundo”, tornándose muy confortable para los jugadores. También hablan de una cabina de prensa muy buena y unos asientos cómodos para los aficionados.
Los vestuarios del Sao Januario.
El partido más reciente de un equipo paraguayo en dicho estadio es el que disputaron Vasco da Gama y Libertad, en 2012, que terminó con victoria para los brasileños, por 2-0.
Pese a todos los antecedentes que pueda tener el estadio, Olimpia demostró a lo largo de su historia que no diferencia estadios ni rivales. Un ejemplo claro de ello es la empate a cero en La Bombonera, ante Boca Juniors, en la final de 1979, resistiendo el 2-0 conseguido en Sajonia, que finalmente dio el título a los paraguayos.
Olimpia está instalado en Río y apelará a su tradición copera para volver a Asunción con un buen resultado.
El Decano está listo y decidido a conseguir un buen resultado en Río, para buscar la clasificación la próxima semana en el Defensores del Chaco.
El partido arrancará a las 21.00 horas de este miércoles y la revancha está marcada para el siguiente miércoles, 29 de mayo, en el Defensores del Chaco, donde se espera un respaldo multitudinario del hincha franjeado, como lo demostró ante Tigre, empujando al equipo en todo momento y brindando su granito de arena para la clasificación del equipo.
Olimpia no se queda atrás y también tiene lo suyo. Se espera un gran recibimiento en la revancha, como contra Tigre.
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