El conjunto holandés, que ya sufrió lo indecible en la anterior eliminatoria ante el PAOK de Salónica griego, volvió a mostrar una gris versión, en un encuentro en el que acabó con diez hombres por la expulsión del marroquí Noussair Mazraoui a diez minutos para la conclusión.
Las mejores ocasiones del partido correspondieron al equipo chipriota, que dispuso de varias claras, en especial un remate al larguero a los 58 minutos del serbio Andrija Pavlovic.
No fue la única oportunidad del APOEL, que doce minutos más tarde, en el 70, rozó de nuevo el gol en un remate del portugués Lucas Souza, que obligó a exhibirse al guardameta del Ajax André Onana.
Todo lo contrario que el Ajax, que con excepción de un remate final del veterano Klaas Jan Huntelaar, al que tuvo que recurrir el técnico Erik Ten Hag como recurso de urgencia, apenas fue capaz de inquietar la portería del APOEL.
Tampoco se prodigó especialmente en ataque el Brujas, aunque no lo necesitó el conjunto belga para alzarse con la victoria (0-1) en su visita al campo del LASK Linz austríaco gracias a un gol de penalti de Hans Vanaken a los diez minutos.
Un penalti no exento de polémica, ya que la acción del defensa local Gernot Trauner sobre Loïs Openda que el colegiado sancionó con la pena máxima no pareció lo suficientemente clara para tan severo castigo.
Hans Vaneken tuvo que esperar casi un par de minutos con el balón ya colocado sobre el punto de penalti para lanzar la pena máxima, hasta que el videoarbitraje confirmó la decisión del colegiado.
Vaneken marcó y puso con ventaja al Brujas en una eliminatoria que se resolverá en el duelo de vuelta la próxima semana en el estadio Jan Breydel.
Igualmente tendrá que esperar al choque de vuelta el Slavia de Praga, pese a la victoria (0-1) que cosechó este martes en su visita al campo del Cluj rumano, que desperdició un penalti a los 78 minutos.
Pero todo el acierto que le faltó al delantero francés Billel Omrani, que no fue capaz de transformar la pena máxima, le sobró al checo Lukas Masopust, que firmó a los 28 el gol de la victoria del Slavia con un espectacular remate desde fuera del área, tras empalar de primera un saque de esquina botado por el rumano Nicolae Stanciu.