La Administración General de Deportes de China publicó este martes una serie de directrices para “reforzar la gestión de los jugadores de fútbol”, entre las cuales se encuentra la prohibición a los integrantes de la selección nacional de hacerse nuevos tatuajes, recoge hoy el medio local The Paper.
Las directrices tienen como objetivo hacer que los futbolistas sean “ejemplos positivos para la sociedad” y recomiendan a los que ya tengan tatuajes que los borren, además de prohibir a las selecciones sub-20 e inferiores convocar a jugadores con el cuerpo tatuado.
No es la primera vez que los tatuajes causan polémica en el fútbol chino: en la China Cup disputada en 2018, muchos jugadores hubieron de cubrirse los tatuajes con vendas.
En fotografías oficiales de los componentes de la selección china, tatuajes como los que lucen en los brazos jugadores chinos como Zhang Xizhe o Zhang Linpeng han sido borrados con programas de retoque de imágenes en algunas ocasiones.
La Administración también añadió en sus directrices la organización de actividades de “educación ideológica y política” en las selecciones nacionales para reforzar la “educación patriótica” de los jugadores.
La selección china de fútbol cosechó este año un nuevo fracaso al quedar virtualmente sin posibilidades de clasificarse para el Mundial de Catar de 2022, en una mala actuación que provocó la dimisión de su seleccionador, Li Tie.
China no se clasifica para una Copa del Mundo desde el Mundial de Corea y Japón de 2002, para el cual no tuvo que enfrentarse a las potencias locales Corea del Sur y Japón por hallarse estas ya clasificadas en calidad de anfitrionas.
Pese a los esfuerzos gubernamentales por elevar el nivel futbolístico del país, la selección sigue cosechando malos resultados y duras críticas por parte de los aficionados.
Por ello, algunos internautas en la red social Weibo criticaban la prohibición de tatuajes: “No se hacen cargo de lo que deberían hacerse cargo, hacen cosas insignificantes para mostrar que están haciendo algo”, comentaba un usuario.
Otros, en cambio, apoyaban la medida: “En las sociedades de Asia oriental, siempre hemos rechazado los tatuajes” o “hay que proteger a las siguientes generaciones”, aseguraban dos comentaristas.