Cerca de las 09:00 de la mañana, el nuevo monarca del balompié nacional partió rumbo a Caacupé en pos de cumplir con la promesa hecha con la Virgencita, la madre de todos los paraguayos.
El plantel se había encomendado a la protección espiritual de la matrona desde que arrancó la campaña que hoy los encuentra en la cima del campeonato y partido tras partido las muestras de devoción eran tan emocionantes que las mismas impactaron incluso al entrenador Daniel Garnero, quien a su vez había confesado que nunca antes observó un fenómeno parecido y que en su país natal, Argentina, ni se reza antes de los encuentros deportivos.
Por otro lado, Guaraní recibirá oficialmente el trofeo de campeón el domingo 18, cuando en el Rogelio S. Livieres reciba a Olimpia, desde las 19.00.
En Paraguay, cada 8 de diciembre se celebra la fiesta mariana y de la religión católica más grande del país, sitio al cual acuden miles de compatriotas desde distintos puntos tanto días antes como después de la fecha conmemorativa, como es el caso de los futbolistas del club Guaraní.