10 sept. 2025

¿Por qué la final de Wimbledon se ha retrasado dos horas?

Este año Wimbledon ha roto una de sus tradiciones más pequeñas. Las finales, tanto la femenina que se juega este sábado, como la masculina que se disputa el domingo, arrancará a las 16:00 hora local (15.00 gmt) en lugar de a las 14:00 como en años anteriores.

GvpiMsxWYAATlYq.jpeg

Todo listo para la final de Wimbledon.

Foto: @Wimbledon

La explicación del torneo es que de esta forma se podrá disfrutar de las finales del dobles en su máxima expresión. En el pasado, la final de dobles -masculina el sábado y femenina el domingo- se jugaba después de las de individual, por lo que mucha gente optaba por irse una vez que se había coronado al campeón masculino y femenino.

Ahora, el dobles comenzará a las 13:00 hora local el sábado y el domingo, con tres horas de margen con las finales individuales, tiempo, en principio, más que de sobra para que Iga Swiatek y Amanda Anisimova el sábado y Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, domingo, salten a la pista a tiempo.

La explicación extraoficial es que esto se hace por las televisiones y para acomodarse al horario estadounidense. Cuando la final comenzaba a las 14:00, esto eran las 10:00 en Nueva York y las 7:00 en Los Ángeles, mientras que ahora a las 16:00 implica que la final arrancará a las 12:00 de Nueva York y las 9:00 de Los Ángeles, algo más amable para los no tan madrugadores.

Este cambio se ha producido, además, en un momento de auge del tenis estadounidense, ya que en cuanto al circuito WTA, Madison Keys ganó el Abierto de Australia, Coco Gauff, Roland Garros, y Anisimova opta a su primer Wimbledon. En el masculino, no hay finalista estadounidense desde Andy Roddick en 2009, pero esta edición, por ejemplo, Taylor Fritz ha llegado hasta las semifinales.

La decisión de retrasar la final puede tener también consecuencias deportivas, porque en el caso de que ocurra un partido como el de París -poco probable porque aquello era tierra batida, donde los puntos tienden a ser más largos-, habría que cerrar el techo, convirtiendo un torneo al aire libre en ‘indoor’, además del parón de unos 10-15 minutos que ello acarrea.

También tendrá consecuencias televisivas y la final podría llegar a solaparse este año con la del Mundial de Clubes, que comienza a las 20:00, y el año que viene con los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos, Canadá y México.

Para los propios tenistas también puede ser un fastidio, porque una vez acabada la final está la ceremonia de entrega de trofeos seguida de la sesión de recuperación, las atenciones a los medios de comunicación (prensa y televisiones) y la cena de los campeones, en la que los ganadores tienen que dar un discurso y bailar como manda la tradición y como hicieron el año pasado Carlos Alcaraz y Barbora Krejcikova.

Más contenido de esta sección
El número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner, y el ganador de veinticuatro títulos del Grand Slam, el serbio Novak Djokovic, anunciaron su renuncia a jugar, igual que el británico Jack Draper, el Masters 1.000 de Toronto que se disputará del 27 de julio al 7 de agosto, en pista dura.
El italiano Jannik Sinner derrotó a Carlos Alcaraz y evitó el tercer Wimbledon consecutivo del español (4-6, 6-4, 6-4 y 6-4).
Pensar en un partido entre Jannik Sinner y Carlos Alcaraz es teletransportarse al cuarto set de la final de Roland Garros. A ese 0-40 con triple punto de partido que el murciano levantó para, hora y media después, coronarse campeón en París.
Iga Swiatek ya tiene la colección de superficies. A la mejor jugadora en tierra batida de la década, ganadora de cuatro Roland Garros, se le exigía dominar también la hierba y por fin lo ha conseguido. En su año quizás más inestable, Swiatek arrolló a Amanda Anisimova (6-0 y 6-0) en 57 minutos y se proclamó campeona de Wimbledon.
Janik Sinner y Carlos Alcaraz jugarán mañana la final de Wimbledon.
Wimbledon tendrá su final deseada: Carlos Alcaraz-Jannik Sinner. El italiano se aprovechó de un tocado Novak Djokovic (6-3, 6-3 y 6-4), muy lejos de su 100 %, y disputará su primer final de Wimbledon contra su bestia negra en el circuito.