El Borussia Dortmund, por su parte, derrotó por 3-0 en casa al Wolfsburgo con lo que alcanzó el segundo lugar de la clasificación.
El Bayern no había sufrido una goleada de esas dimensiones en la Bundesliga desde que cayó también por 5-1 ante el Wolfsburgo en abril de 2009. Pese a la goleada del Leipzig, el triunfo del Gladbach lo mantiene como líder. Fue evidente la recuperación del Dortmund que con su triunfo asciende al segundo lugar. No obstante, nada fue tan llamativo como la catástrofe bávara.
Antes de la jornada ya se hablaba de crisis en el Bayern y en el Dortmund. El revés encajado en Fráncfort acentúa el derrumbe del equipo de Múnich mientras el Dortmund recupera el pulso competitivo.
Al Bayern se le complicó el partido muy pronto cuando, en el minuto 8, se quedó con diez hombres por expulsión de Jerome Boateng que había tenido que recurrir a una falta en el borde del área para cortar un contragolpe del Eintracht.
El Eintracht supo aprovechar después la superioridad numérica, ganando los segundos balones y presionando permanentemente la salida del Bayern.
El primer gol del Eintracht llegó en el 25, por intermedio de Kostic, que aprovechó un rebote tras un disparo de Gonzalo Paciencia que había pegado en el cuerpo de Alfonso Davies.
Luego, en el 34, Sow aumentó la cuente, aprovechando un centro de Kostic desde la izquierda.
El Bayern intentó echar mano de la épica y Robert Lewandowski, en el 37, logró el descuento en una jugada individual.
Las esperanzas del Bayern empezaron a diluirse cuando David Abraham en el 49 hizo el tercero y desaparecieron por completo cuando en el 61 Hinteregger marcó el cuarto de cabeza tras un saque de esquina.
El entrenador Niko Kovac hizo algunos cambios defensivos tratando de evitar males mayores pero el quinto gol llegó, marcado por Paciencia en el 85. La situación de Kovac, que hasta ahora ha recibido el respaldo de la cúpula, se hace más difícil tras la goleada.
Las críticas ya habían subido de tono en los últimos partidos pese a que los resultados se estaban dando y ahora la debacle de Fráncfort le ofrece argumentos para quienes dudan del croata.
La goleada había podido ser peor de no haber sido por varias buenas intervenciones de Manuel Neuer.