Chung se presentó al partido como el mejor sacador del torneo hasta la fecha, al ganar la totalidad de sus 26 servicios, con seis cuartos de final en lo que va de año y el segundo tenista con mayor número de victorias acumuladas, solo por detrás del argentino Juan Martín del Potro, con 18 y 20, respectivamente.
Por contra, el semifinalista en Miami en 2015 llegaba con un pírrico saldo de cinco triunfos en lo que va de año, tres de los cuales se produjeron en el propio torneo del sur de Florida.
Pero a pesar de estos antecedentes el americano amplió su duelo particular con el coreano, al que ya había ganado en dos de sus tres partidos previos, aunque la única derrota le había llegado en su último enfrentamiento, en Auckland (Australia) en enero pasado.
El partido acabó en 69 minutos. El coreano no tuvo su día desde el saque que había mantenido inexpugnable en el resto del torneo y solo puso en juego el 63 % de sus primeros servicios, de los cuales el 66 % se materializó en punto, por el 71 % y 97 % de su rival.
Así, los “breaks” de los que había sido inmune durante todo el torneo llegaron, y fueron tres, los suficientes para que Isner aprovechase dos para ganar el primer set, en el cuarto y sexto juegos, y uno más para el último y definitivo parcial.
A ello hay que sumar que el coreano apenas pudo atacar al estadounidense con su poderoso saque y solo dispuso de una bola de rotura, que, además, desaprovechó.
El contrincante de Isner en semifinales saldrá del partido que disputarán Del Potro, que viene de ganar en Indian Wells y Acapulco en las últimas cuatro semanas, y el canadiense Milos Raonic. EFE
