El Parma, uno de los equipos de más tradición del fútbol italiano y ganador de dos Copas de la UEFA (1995 y 1999), apenas sumó cuatro puntos en las últimas trece jornadas y se quedó a cuatro puntos de la zona de permanencia.
Y eso que este lunes en el estadio Bentegodi veronés, el Parma fue el primero en adelantarse, gracias a un penalti anotado por el eslovaco Juraj Kucka (m.8), quien firmó los tres últimos goles del conjunto parmesano.
Pero apenas cinco minutos después el Verona empató gracias a un gol en propia meta de Alberto Grassi y, a los 17 minutos de la reanudación, apareció el checo Antonin Barak, uno de los más en forma del equipo del croata Ivan Juric, para decidir el partido con el definitivo 2-1.
El Verona, que venía de dos derrotas consecutivas, alcanzó la novena posición con un cómodo margen de 18 puntos sobre el descenso y complicó aún más el camino del Parma, hundido en la lucha por la permanencia.