Un golazo de Rodrigo Hernández, que limpió las telarañas de la escuadra con su primer tanto en la Champions League, un cabezazo de Bernardo Silva y el rutinario gol de Erling Haaland, dan ventaja al Manchester City en un frenético primer duelo contra el Bayern Múnich (3-0).
Fueron mejores los de Pep Guardiola, que disfrutaron de un partido de idas y venidas en el que esperaron a la segunda parte para dejar la eliminatoria a punto de caramelo y sumar otra presencia entre los cuatro mejores equipos de Europa, cada vez más cerca del objetivo de levantar una ‘Orejona’ que, viendo el juego del City, empiezan a merecer.
El gol de Rodri, de una factura espectacular, con un golpeo con su pierna menos buena directo a la escuadra, fue el anticipo de un City cómodo sin la posesión eterna del balón y que supo aprovechar los errores infantiles de la defensa del Bayern. Cuando Dayot Aupamecano regaló el balón en el 2-0, para que entre Grealish y Haaland cocinaran un centro perfecto para Bernardo, la eliminatoria terminó de desequilibrarse para los ingleses, que salvo catástrofe en el Allianz Arena estarán por tercer año consecutivo en semifinales.
Porque por lo demostrado este martes en el Etihad, este City tiene madera de campeón. Por fin, pensarán muchos. Lejos de liarse, como otros años hubieran hecho, con el 1-0 en el marcador y el Bayern acercándose a Ederson, que tuvo una de sus mejores noches europeas, sentenciaron a lo campeón. Primero, con Haaland como asistente para el 2-0, luego, con el noruego como anotador, en el área pequeña, en un balón muerto, como a él le gusta.
Y no es que el Bayern estuviera dominado y acogotado atrás todo el encuentro. Los de Thomas Tuchel, que esta vez perdió la batalla con Guardiola, pudieron llevarse algo del Etihad. Musiala tuvo la mejor, la que pudo cambiar el rumbo, un disparo desde dentro del área que cazó a Ederson a pie cambiado, pero en la que la pierna de Ruben Dias apareció para blocar.
Una salvada que treinta segundos después se transformó en gol del City. Rodri hizo un recorte a treinta metros y sacó un disparo teledirigido a la escuadra. Qué manera de estrenar su registro en la Champions.
Un gol que lejos de dar tranquilidad al partido lo convirtió en un correcalles. Sommer sacó varias de mérito, a Gundogan desde el suelo, a Dias a bocajarro, a Aké sin ángulo, mientras que Ederson se hizo el héroe ante Sané. Pero el partido lo definió Aupamecano, regalando una pelota a Grealish que este convirtió en un taconazo para Haaland.
El noruego se metió en el área y cuando todos esperaban un disparo, picó la pelota al segundo palo para que Bernardo entrara solo y cabeceara a gol.
La generosidad del noruego tuvo premio minutos después, cuando el vaivén ya solo se inclinaba hacia la portería de Sommer. Stones, a la salida de un córner, mató una pelota al segundo palo y Haaland, con su cara de loco por el gol, corrió a la pelota y se la cruzó al meta suizo.
El 3-0, que pudo ser aún mayor si Julián Álvarez o Rodri hubieran acertado con la meta de Sommer en los minutos finales, es sinónimo de semifinales para los de Guardiola, que la semana que viene visitarán Múnich casi como un trámite. El milagro de los bávaros parece imposible.
- Ficha técnica:
3 - Manchester City: Ederson; Stones, Akanji, Dias, Aké; Rodrigo, De Bruyne (Álvarez, m.68), Gundogan; Bernardo, Grealish y Haaland.
0 - Bayern Múnich: Sommer; Pavard, Upamecano, De Ligt, Davies (Cancelo, m.80); Goretzka, Kimmich, Musiala (Mané, m.69); Coman, Sané y Gnabry (Muller, m.80).
Goles: 1-0. Rodri, m.27, 20. Silva, m.70 y 3-0. Haaland, m.76.
Árbitro: Jesús Gil Manzano (ESP) amonestó a Silva (m.48) por parte del Manchester City y a Davies (m.49) y Pavard (m.88) por parte del Bayern Múnich.
Incidencias: Partido correspondiente a la ida de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Etihad Stadium (Mánchester).