El conjunto de Jose Mourinho, lastrado por cuatro derrotas seguidas, echó a andar y acentuó la crisis de Fred Grim, técnico interino del representante neerlandés, sustituto de John Heitinga, que encajó su octavo revés seguido en competiciones europeas. Las cinco de este curso en la Liga de Campeones se unen a las tres de la Liga Europa del pasado ejercicio. Nada que ver con el histórico equipo neerlandés, un clásico continental.
Ahora, venido a menos claramente, deambula tanto por la Eredivisie, muy lejos de la parte alta y también en el evento europeo, donde es colista.
El Benfica hace cuentas aún, con tres partidos por delante todavía con opción de llegar a tiempo a un lugar entre los veinticuatro equipos que avanzan en el torneo.
Y todo gracias al gol de Dahl y a la resistencia y el orden posterior ante la reacción, a base de orgullo, de su adversario. Ahí apareció el portero Anatoliy Trubin, vestido de héroe. Después, al final, llegó el sosiego con el gol de Leandro Barreiro que sentenció el choque en el último minuto.
Resucitó el Benfica y respiró su entrenador, en entredicho por los malos resultados, a los seis minutos, en una acción nacida de un saque de esquina que cabeceó el colombiano Richard Rios, repelió el meta Vitezslav Jaros y aprovechó Dahl, que recogió el rechace y con un zapatazo desde el vértice del área atravesó la meta local.
Vangelis Pavlidis fue la principal amenaza del Benfica que tuvo su momento para sentenciar. Tuvo una ocasión al cuarto de hora en los mejores minutos visitantes hasta que el Ajax asimiló la situación. Davy Klaassen pudo empatar en el 33 pero emergió Anatoliy Trubin que al inicio de la segunda parte volvió a acudir al rescate del Benfica para detener un tiro de Rayane Bounida.
La más clara del Ajax fue en el 53, en una estupenda combinación cuando ya se había hecho con el mando del partido. Una asistencia de Wout Weghorst hacia Klaassen, solo ante el meta. El chut salió desviado, flojo.
El partido se abrió. El bosnio Amar Dedic pudo sentenciar con un tiro raso pegado al palo derecho que detuvo Jaros y después Oscar Gloukh tuvo el empate. Irrumpió otra vez Trubin.
No falló Barreiro en el último minuto, antes de entrar en el añadido, para culminar un contraataque y aprovechar el pase al espacio, al primer toque de Fredrik Aursnes que hundió definitivamente al Ajax e impulsó al Benfica en la clasificación.