La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), con sede en la ciudad paraguaya de Luque, señaló en un comunicado que, según su Dirección de Competiciones y Operaciones, las acciones están orientadas a “desalentar las demoras intencionadas y a elevar la dinámica y la calidad del espectáculo deportivo” para aumentar la competitividad del fútbol suramericano.
Los objetivos son “minimizar las interrupciones causadas por sustituciones o atenciones médicas, asegurar un mayor control del tiempo para acercarse lo más posible a los 90 minutos de juego real, y sancionar con amonestaciones a quienes retrasen deliberadamente la reanudación del partido”, detalló la nota.
Las medidas incluyen la “aplicación estricta” del reglamento ante dilaciones innecesarias y un llamado a la responsabilidad y a la colaboración de dirigentes, jugadores, cuerpos técnicos, árbitros y aficionados.
“Con menos tiempo perdido habrá más juego, con más juego aumenta la exigencia y con ello se incrementa el atractivo de partidos y torneos, para beneficio de clubes y Asociaciones”, añadió el ente rector del balompié suramericano.
El resultado final será, complementó la Conmebol, “un fútbol sudamericano más competitivo y pujante, fundado en un sólido espíritu deportivo y en el juego limpio”.