El conjunto local dejó patente muy pronto que podía ser una gran tarde para sus intereses porque el mexicano Vela en el minuto 4 cedió ya un balón a Agirretxe para dejarle sólo ante Roberto, el portero del Zaragoza adivinó su intención y evitó un gol cantado.
El conjunto maño intentó estirarse y llevar algún peligro a la portería de Bravo, aunque se notaba que el peso de la clasificación lastraba sus piernas y su fútbol era previsible y falto de mordiente.
Las cosas se torcieron además muy pronto para el conjunto que entrena Manolo Jiménez porque en el minuto 18 una gran acción de Zurutuza terminó con un disparo repelido por Roberto; el rebote lo cazó el goleador Agirretxe y marcó el primero del partido para elevar su cuenta particular a 7 dianas.
El conjunto aragonés bajó los brazos tras este mazazo e instantes después, con una Real desmelenada, llegó el segundo, obra de Carlos Vela con la colaboración de un zaguero del Zaragoza que terminó de despistar involuntariamente a Roberto.
Lánzaro evitó instantes más tarde que llegara el tercero en otro buen remate de Agirretxe.
La falta de tensión del Zaragoza se evidenció en la génesis del tercer gol, cuando Oriol se dejó robar la cartera por De la Bella, quien asistió a Agirretxe para que éste marcara su segundo tanto de la tarde.
No hubo ya partido en una segunda mitad en la que el Zaragoza trató de acortar distancias con poco convencimiento y los donostiarras sestearon a la espera de que llegaran los tantos por pura inercia.
No se movió el marcador porque la Real jugó a gustarse al amparo del marcador y Joseba Llorente, que disputó los últimos minutos, tiene la pólvora mojada y erró dos remates claros sólo ante Roberto. EFE