Sportivo Luqueño continúa su lucha por conseguir estabilidad monetaria, con los futuros ingresos (USD 1.500.000) que recibirá por los derechos televisivos de la Primera División en el 2023, pero también aparecen deudas viejas por cumplir.
Se confirmó que el Auriazul canceló la deuda por G. 60.000.000 con su ex futbolista Carlos González Ozuna, que podía implicar pérdida de puntos.
Pero en las últimas horas apareció el uruguayo Paulo Lima que reclama salarios y premios impagos de su paso por la institución en el 2020. La cifra asciende a USD 20.000, deuda que es impaga de la gestión administrativa del presidente Celso Cáceres.