El conjunto malagueño comenzó mandando, hábil, rápido con la incursión del lateral derecho Gámez, que creaba peligro con sus centros al área del equipo getafense, que tampoco tenía excesiva prisa en imponer su criterio futbolístico, ofensivo y preciosista.
El Málaga le había comido terreno al Getafe en el centro del campo y en las bandas. Otro centro, pero esta vez por la izquierda del portugués Vitorino Antunes, lo envió al poste el delantero Juanmi, completamente solo. Veinticuatro minutos prácticamente totales para los locales.
El enfrentamiento había entrado en una confrontación sin sentido, con errores y sin capacidad ofensiva de ambos equipos, aunque hubo alguna acción esporádica, de su mejor futbolista, Antunes, que hizo un eslalon de izquierda a la frontal del área y finalmente su disparo con la diestra se fue desviado.
El Málaga salió en la segunda parte muy mentalizado y a por el triunfo. Juanmi pudo adelantar a su equipo, pero no llegó a un centro de Tissone. La presión la iba ejerciendo el conjunto malaguista al área del Getafe, aunque el gol no llegaba. El Getafe tímido, ni se acercaba a la portería de Caballero.
El único que buscaba el triunfo era el Málaga, el que movía el balón. Nada más salir el centrocampista portugués Sergio Paulo Barbosa Duda, al campo, un disparo lejano se le escapó a Moyá, y Juanmi, prácticamente en la línea de gol mandó fuera el rechace, en el minuto 69. El conjunto malaguista merecía el gol.
El técnico de Málaga, Bernd Schuster, movió el banquillo nuevamente buscando más pegada, más poder ofensivo y lo encontró con el delantero paraguayo Roque Santa Cruz, que aprovechó una falta de Duda y remató impecablemente de cabeza consiguiendo por toda la escuadra el primer gol del encuentro en el minuto 75.