Por Iván Latorre @ivanlatorreflei
Como todo soñador, a uno siempre se le regala los botines chiquitos, esos que con las taquillas te hacen pensar que puedes superarte y superar a los rivales con una gambeta, un remate y una clavada en el ángulo. Ozuna se inició de esa manera con los escasos 7 años en las academias de fútbol de Área 4 y Aotrans ambas de Ciudad del Este.
El viaje de los sueños
Acompañado de su empresario Amado Ozuna y con la fe del todo poderoso, Marcelo decidió emprender el viaje a la capital. Probando y quedando en las inferiores de Rubio Ñu.
Recorrido internacional
A los 13 años se le presentó las posibilidad de soñar en grande, de cruzar el mar para ir a probar en clubes como Inter de Milán, Brescia y demás de la nación azzurra (Italia), impresionando a todos con clase y calidad técnica.
Más por una cuestión de edad y los antagónicos papeleos, lo hicieron regresar a tierras guaraníes. Quedando en el Nacional de Erico.
A los 15 fue a tierras de Messi y Maradona, quedando en una ocasión en Banfield y Lanús, en inferiores. Se le volvió la oportunidad de volver al Viejo Continente, esta vez sí quedando en el Levante de España, en las filiales, demostrando destreza, actitud y coraje a la hora de poseer el esférico.
Objetivo
“Mi objetivo es llegar lejos, a grandes clubes como el Manchester City, Real Madrid o Barcelona, estoy agradecido a mi representante y a mis padres. Que siempre lo dieron todo por mí", fueron las palabras de Marcelo.
Sueño
“Sueño con poder ayudar económicamente a mis padres con lo que gané, y poder vestir alguna vez la casaca paraguaya”, sentenció.