Junior Brítez de 20 años, franjeado de corazón, comenzó a patear sus primeros balones a los 6 años, cuando de madrugada se levantaba emocionado por vestir la camiseta del Olimpia de Itauguá en la escuela de fútbol, según contó su madre a Pelota Tatá.
Con el paso del tiempo, sin poner excusas viajaba desde su Carapeguá natal a todos los lugares donde le tocaba jugar y poco a poco se fue abriendo camino en este duro mundo.
Disciplinado y soñador no cesó en sus entrenamientos y el sacrificio lo hizo llegar al Decano capitalino. De la mano de Francisco Arce, pronto fue promovido al plantel principal. El propio “Chiqui” fue quien lo hizo debutar en Primera.
Posteriormente, buscando más oportunidades, el volante por izquierda pasó por la Reserva del Sportivo Luqueño y luego con la llegada del uruguayo Pablo Repetto volvió al Olimpia, sin embargo no fue tenido en cuenta y permaneció en la misma categoría con Mauro.
Así, tras la asunción de Caballero, éste le otorgó la confianza necesaria y ayer lo mandó de titular por primera vez en su carrera profesional. Por su parte Junior cumplió y deleitó a la hinchada con dos goles.
“Muy contento por la oportunidad que me dio el técnico, le venía diciendo que me dé una, me la dio y cumplí bien”, expresó culminado el juego de su vida, visiblemente emocionado el zurdo. Un futbolista que promete y mucho.