La Conmebol y la Confederación Brasileña resolvieron este martes que la final prevista para el 30 de enero en Río de Janeiro se dispute sin público, “como vino ocurriendo en los más de 2.100 partidos disputados en los torneos locales en el Brasil, desde la vuelta del fútbol”.
“La actual situación de la pandemia de covid-19, todavía en expansión en Sudamérica, no permite la realización de un evento de esta magnitud e importancia con la presencia de público, aún con un aforo reducido”, explicó la entidad matriz del balompié sudamericano en su comunicado.
La decisión se tomó en conjunto entre el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, y el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogério Caboclo.
Por segunda vez en la historia, la Copa Libertadores se definirá a través de una final única, en esta ocasión teniendo como sede el mítico estadio Maracaná, en Río de Janeiro. El primero fue en el Monumental de Lima, Perú, que encumbró al Flamengo.
En la edición 2020 se mantiene con vida River Plate, Palmeiras, Boca Juniors y Santos. Las semifinales de ida comenzarán este martes con el enfrentamiento entre los dos primeros equipos, duelo que tendrá como escenario el estadio Libertadores de América, de Buenos Aires.