La entrada, que tiene un fondo azul con tradicionales motivos rusos, incluye en su parte superior el logotipo de la Copa Mundial Rusia 2018, la fecha del partido, la hora de la apertura de las puertas del estadio y del inicio del encuentro.
Más abajo el propietario del billete puede leer el nombre de los equipos contrincantes, el nombre del estadio y su dirección, su coste en rublos, además del balón con el que se jugará el encuentro: zabivaka.
El boleto incluye el nivel, bloque, fila y asiento que corresponde al aficionado en concreto, al que en la parte inferior se le recuerda que para acceder al estadio necesita presentar obligatoriamente el FAN ID.
El texto, que también incluirá el nombre y apellidos del dueño de la entrada, está redactado en dos idiomas: el inglés, idioma oficial de todas las competiciones de la FIFA, y el ruso, la lengua del país organizador del Mundial.
En el reverso de la entrada, que puede ser anulada en caso de violación de las reglas, figurarán sus normas de uso y la lista de objetos prohibidos.
La FIFA recuerda a los aficionados que deben acceder al estadio con tres horas de antelación para evitar aglomeraciones innecesarias, pero en el caso del partido inaugural y la final deben personarse con cuatro horas de adelanto.
Los aficionados comenzarán a recibir este mes y el siguiente las entradas que adquirieron en la página oficial de la FIFA, mientras las que sean compradas a partir de mediados de abril podrán ser formalizadas ya en los centros de venta del organismo.
Según la FIFA, los aficionados han adquirido ya más de 1,7 millones de entradas desde que éstas se pusieran a la venta en septiembre del pasado año.
La última fase de venta irá de del 18 de abril hasta el 15 de julio, cuando se disputará la final en el estadio Luzhnikí. EFE