El ex-técnico de Olimpia, Gregorio Pérez, habló de la pesadilla que vivió en el club, por los improperios del presidente Marcelo Recanate, “una persona con un carácter muy cambiante y sin escrúpulos”.
Dijo que fue algo inusual, una experiencia que jamás pensó que iba a enfrentar en sus 10 años de jugador y 31 de entrenador. “Me entristeció", dijo al diario uruguayo ovaciondigital.com.uy.
“Insultar a los jugadores y presionar al técnico para que ponga y saque a determinados futbolistas de esa forma ¿dónde se vio? A nadie le gusta salir de un equipo y menos de esa manera, pero el tema no daba para más. Era una situación insostenible. Esta persona que preside a Olimpia pretendía por todos los medios que sacara a Martín Silva e incluso mencionó a otro jugador que debería quedar al margen, pero obviamente hice oídos sordos”, apuntó.
El DT charrúa señaló que recibió llamadas de todos los integrantes del plantel, dirigentes y otras personas que le manifestaron su apoyo, algo que “reconforta”. Recordó lo sucedido con el corte de señal de internet y celulares en la Villa Olimpia, y lamentó que el arquero Martín Silva no se haya podido comunicar con su esposa embarazada, algo que nada tiene que ver con una falta de disciplina.
Tras estos hechos, a los 64 años Gregorio dijo que lejos está de afligirse. “Me encuentro bien y con muchas ganas de trabajar. Este hecho que fue raro y aislado fue generado por una persona con un carácter muy cambiante y sin escrúpulos”, enfatizó.
Señaló que en el 2009, cuando también dirigió a Olimpia, estuvo 5 meses y medio con otro presidente y todo transcurrió con normalidad. Resaltó que en Libertad estuvo 14 meses, tiempo en el que salió campeón, clasificó a la Sudamericana y dos copas Libertadores.
“En Paraguay todos saben quién es quién. Los medios de comunicación tienen equilibrio”, sentenció.
Gregorio Pérez dejó Olimpia el lunes 24 de septiembre, luego de un mal momento que se extendió pr varias semanas en el club, por la falta de resultados, los constantes reclamos y las fuertes críticas y restricciones impuestas por el presidente al plantel.