Víctor Bogarín-@diariokue
En 1903 posterior a la fundación del Club Olimpia, su primera cancha estaba ubicada en el predio, donde está actualmente el Ministerio de Salud Pública (avda. Pettirossi y Brasil) de nuestra capital, pero el terreno se deterioraba con cada lluvia y quedaba inutilizable.
Fue así que el joven Pancholo Ramón Caballero, hijo del General Bernardino Caballero, que era jugador del plantel olimpista, propuso a su padre que le ceda parte de la quinta de la familia, actualmente el Parque Bernardino Caballero. Y fue allí por varios años la cancha del Olimpia y de otros clubes como Guaraní. El Decano siguió utilizando la Quinta Caballero como sede social y deportiva hasta 1923.
Ya al año siguiente y frente a la necesidad de dar al club un local propio, hubo dos mociones encontradas entre los socios. Un grupo, encabezado por William Paats, quería ubicar al Olimpia en el barrio Sajonia. Y el otro, se oponía.
La nueva comisión directiva de aquel año 1924, presidida por Axel Schmidt, comenzó a buscar un sitio propicio. Finalmente, se decidió adquirir un “bananal” a cuotas, propiedad de un señor de apellido Jara, a instancias del socio Antonio Montaner, gerente local de la empresa MateLarangeiraMendesyCia.
Dicha propiedad estaba situada entre las avenidas República de Colombia y España, zona de grandes quintas. Sin embargo, este predio no contaba con una salida a la calle, el acceso era entre malezas. Mucho esfuerzo y sacrificio de los socios para poner en uso el terreno y así poder realizar las prácticas y juegos oficiales del club.
EL BOSQUE de para uno. Nombre que se debe a que el estadio se encontraba rodeado de frondosos árboles y en el pasado a principios de siglo, en ese mismo sitio operaba la “Parada Nº 1” de tranvías. Figura en los libros notariales que dicha instalación deportiva cuenta con la Escritura Pública N° 50, labrada el 17 de febrero de 1927.
Los trabajos de desmonte y puesta a punto por parte de la entidad quedaban sin fondos propios para seguir, y es ahí donde aparece la figura del Presidente Eduardo Charpienter, que de su peculio propio, dispuso así tener un terreno propio.
En constante crecimiento edilicio, y que en 1938 apostando fuertemente a la modernización de sus instalaciones, fue el primer club en colocar potentes reflectores para disputar el primer partido nocturno del Paraguay.
Un anhelo de todos los socios Olimpistas se cumplía en 1950, la adquisición de la Quinta Pecci bajo la presidencia de Lydio Quevedo, por fin el Decano podía tener espacio suficiente para la práctica de otros deportes y aprovechar la arboleda añeja del lugar.
LAS GRADAS. Durante la presidencia de Manuel Ferreira en 1952, la institución crecía a pasos agigantados, construyendo así mismo las primeras gradas cementadas, cabinas para la prensa, sector de plateas y zona preferencial.
EL REY PELÉ. En 1965 los ojos estaban posicionados en el Olimpia, siendo campeón reinauguraba el Bosque con la presencia del cuadro brasileño del Santos FC, con la representación del mejor futbolista del mundo, Edson Arantes Do Nacimento, Pelé.
Han transcurrido 97 años de un lugar de ensueño, la casa de todos los olimpistas hará una vez más la “metamorfosis” en infraestructura como tantas veces, cerrará momentáneamente sus puertas para que en noviembre próximo, una nueva era edilicia marcará el rumbo, como desde aquel lejano año 1903 en dónde en un baldío hacía rodar el balón por 1a vez.