El primer tiempo fue complicado para el Bayern, que se encontró con un Augsburgo cerrado atrás que dejó pocos espacios.
El equipo de Hansi Flick se fue al descanso con un empate a cero en el marcador y apenas una ocasión clara de gol, en el minuto 45, en la última jugada del primer acto, cuando Thomas Müller recibió desde la derecha un centro de Serge Gnabry y remató por encima de la portería.
El Augsburgo apostó por quitarle ritmo al partido cuando tenía la pelota -lo que ocurrió rara vez- y cuando defendía se replegaba y dejaba que el Bayern moviera el balón cerca de la raya central y lo esperaba con dos líneas de cuatro hombres.
La resistencia del Augsburgo se rompió en el minuto 53. Jerome Boateng metió un balón increíble desde el círculo central, por encima de toda la defensa del Augsburgo, que Müller recibió en el área para definir de primera con un toque con la pierna izquierda.
El Augsburgo cambió poco su planteamiento pese a la desventaja, pero el Bayern empezó a llegar con más facilidad y sus ocasiones de gol empezaron a multiplicarse.
El meta del Augsburgo, Andreas Luthe, salvó a su equipo en los minutos 65 y 69 tras sendos remates de Joshua Zirkzee y Philippe Coutinho, y en el 71 Gnabrby remató ligeramente desviado a gran pase de Joshua Kimmich.
El segundo gol del Bayern parecía estar a punto de llegar en cualquier momento, pero un contragolpe del Augsburgo en el minuto 80 pudo terminar en el 1-1. Lo evitó Manuel Neuer, que paró un remate a quemarropa de Florian Niederlechner.
El Bayern movió el banquillo con clara intención de reforzarse defensivamente -Javi Martínez y Lucas Hernandez entraron por Thiago Alcántara y Coutinho-, mientras que el Augsburgo apretó un poco más en ataque en los minutos finales.
El Bayern sentenció del duelo en el minuto 91 por medio de Leon Goretzka, que aprovechó un pase corto dentro del área de Gnabry.