Benfica y Braga, dos de los candidatos al título en Portugal, comenzaron su andadura en la Liga lusa con un empate a dos goles y disputaron un partido emocionante y equilibrado, pese a los estilos casi antagónicos de ambos equipos.
El juego de posesión de los lisboetas chocó hoy con la defensa y el contragolpe rápido de los bracarenses, que sacaron un valioso punto de uno de los estadios más difíciles como visitante, el de la Luz.
El argentino Salvio y el paraguayo Cardozo, para el Benfica, y el brasileño Mossoró, por parte del Braga, fueron los autores de los tantos, mientras que el paraguayo Melgarejo fue también protagonista, pero por marcarse un gol en contra.
De partida, Jorge Jesús planteó un once prácticamente sin cambios respecto al equipo titular del año pasado, a excepción del argentino Salvio -llegado del Atlético de Madrid por 11 millones de euros- en vez de su compatriota Gaitán y de Melgarejo en el lateral izquierdo.
Precisamente en dos errores del joven Melgarejo llegaron los tantos del Braga, lo que incrementará las dudas sobre la intención del técnico de los lisboetas de seguir la misma estrategia con el paraguayo que hace tres años con Fábio Coentrao, a quien reconvirtió de extremo a lateral.
Una de las pocas sorpresas fue la ausencia de Pablo Aimar, que sólo jugó los últimos veinte minutos del encuentro tras salir desde el banquillo.
El primer tramo del encuentro fue de dominio del Benfica, que le imprimió ritmo y dispuso de varias ocasiones, la más clara en las botas de Salvio con una jugada en la que entró en el área con la pelota controlada, recortó a su par y su disparo con la zurda lo despejó el guardameta contrario.
Desde ahí y hasta el descanso, el Braga se encontró más cómodo en el campo, jugando claramente a la contra, pero menos agobiado por las acometidas lisboetas.
Ambos equipos reservaron los goles y la emoción para la segunda mitad. Nada más empezar, una buena jugada del Benfica llegó a las botas del español Rodrigo, cuyo centro desde la zona izquierda del área rival no alcanzó a rematar Cardozo, pero su rechace lo aprovechó Salvio -que ya jugó como cedido en las "águilas” en la temporada 2010-2011- para inaugurar el marcador.
Pero la alegría de la afición “encarnada” duró poco. No habían pasado ni cinco minutos que un centro desde la banda del carrilero brasileño Ismaily acababa en gol en propia meta de Melgarejo cuando no había ningún contrario para rematar.
El Benfica pareció no venirse atrás y recuperó el dominio del encuentro, pese a que Axel Witsel -jugador del que se rumorea que despierta el interés del Real Madrid- fue de más a menos conforme avanzaba el cronómetro.
Sin embargo, un fallo en el despeje de Melgarejo en el minuto 63 dejó la pelota en los pies del bracarense Alan, que pasó a Mossoró para que éste, tras amagar el disparo, remachase a la red para hacer el empate.
El tanto del Braga hubiera sido invalidado de no ser por el internacional paraguayo, que se quedó atrás de la línea y validó su posición.
La entrada de futbolistas de carácter eminentemente ofensivo como Nolito, Enzo Pérez y Aimar dio nuevos ánimos al Benfica, que se vio por detrás en el marcador pese a haber controlado la mayor parte del encuentro.
En el minuto 72, el árbitro pitó penalti a favor de los lisboetas por falta en el área a la salida de un córner. El colegiado sacó la que era su segunda tarjeta al central brasileño Douglao, una decisión errónea ya que las manos fueron en realidad de Custódio.
Cardozo no perdonó desde los once metros y garantizó el empate. El Benfica lo intentó hasta el final con un hombre menos, pero sin la claridad suficiente como para crear ocasiones claras. EFE