El presidente del Benfica, Luís Filipe Vieira, reconoció que el club podría vender a alguna de sus estrellas en el mercado de invierno, que se abre este jueves, debido a su eliminación de la Liga de Campeones.
En una entrevista publicada este jueves por el diario deportivo luso “A Bola”, el dirigente de los lisboetas admitió que la pérdida de ingresos que supone quedarse fuera de la mayor competición continental dificulta retener a sus mejores jugadores.
“En verano hicimos un gran esfuerzo y mantuvimos a todo el grupo, pero la eliminación en Champions es un duro golpe, deportiva y económicamente hablando, lo que nos va a obligar a analizar las propuestas que lleguen. No creo que podamos repetir el esfuerzo realizado en verano”, explicó.
Luís Filipe Vieira insistió en que la salida de alguno de sus futbolistas es una cuestión de “gestión” del club a nivel financiero, aunque no especuló con qué jugadores podrían abandonar la disciplina de las "águilas”.
El centrocampista serbio Nemanja Matic es, a priori, el jugador con más “novias” a nivel internacional después de una temporada y media brillante, erigiéndose en un centrocampista “todoterreno”, capaz de jugar como pivote defensivo y al mismo tiempo ser clave en la construcción de juego.
Equipos de la talla del Real Madrid, el Nápoles, el Chelsea o el Manchester United han sido apuntados frecuentemente por la prensa lusa como los más interesados en hacerse con sus servicios, y se rumorea que su traspaso rondaría los treinta millones de euros.
El central argentino Ezequiel Garay y su compatriota Nicolás Gaitán también son candidatos a dejar el club, e incluso el delantero paraguayo Óscar Cardozo -actualmente lesionado- aparece en estas mismas quinielas.
El presidente del Benfica aseguró que no se arrepiente de haber rechazado importantes ofertas por algunos de sus futbolistas este verano, aunque admitió sentirse decepcionado por ser eliminado en la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Asimismo, Luís Filipe Vieira cuantificó en 250 millones de euros el valor de la plantilla “encarnada”, lo que en su opinión garantiza la solvencia financiera del club, que acumula un pasivo superior a 400 millones de euros.
El dirigente de los lisboetas reconoció que el equipo no ha alcanzado el nivel de juego esperado durante estos cuatro primeros meses de temporada, pero se mostró convencido de que acabarán por recuperarlo. EFE