Lo que pasó en el partido entre Cerro Porteño y 2 de Mayo anteayer no fue ninguna novedad. No es la primera vez que hinchas de un mismo club causan incidentes en un estadio de fútbol o sus alrededores. Ahora fueron hinchas de Cerro Porteño, en el pasado fueron de Olimpia, Sportivo Luqueño, Libertad o Guaraní. No importa el color. Los criminales tienen distintas camisetas, pero un mismo propósito.
Lo triste es que esto viene ocurriendo desde hace varios años y nunca se pudo solucionar. ¿Quién o quiénes son los culpables o responsables? ¿Qué medidas se deben tomar para terminar con estas lacras que manchan el fútbol? Muchas son las preguntas, pero pocas son las respuestas. Propuestas para solucionar estos problemas siempre hubo, pero la Policía Nacional y los dirigentes paraguayos al parecer hacen oídos sordos.
Es que es inentendible que la Policía, en todos los partidos, escolte a estos criminales con patrulleras, hagan parar el tráfico para que ellos puedan circular sin inconvenientes, tanto a la ida como a la vuelta de las canchas. También es inentendible que los dirigentes deportivos, en su gran mayoría, para no decir todos, regalen entradas a las barras para que puedan ingresar a los eventos.
Entonces, ¿cuál es la solución para que esto pare?, ¿suspender a la “hinchada organizada” por 6 meses o 1 año? Eso fue lo que hizo la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) en varias oportunidades. Suspendió a distintas hinchas por periodos de meses o años, pero luego regresan y todo sigue igual. Y después está la otra pregunta, y que es mucho más profunda: ¿Por qué ocurren estos incidentes entre “hinchas” de un mismo equipo?, ¿por una cuestión de microtráfico de drogas, de dinero, de territorio? Lo cierto y concreto es que esto seguirá ocurriendo si no se toman medidas drásticas y ejemplificadoras.
Hay que erradicar la violencia de una vez por todas. Cueste lo que cueste. Hay que identificar a los delincuentes y darles un castigo ejemplar.
Fuente: Última Hora