Pese a que en el comunicado no se precisan cifras, el Barcelona podría recibir unos tres millones de euros en variables, así como el 35% de un futuro traspaso, según algunas informaciones. La cláusula de salida del futbolista estaba situada en 16 millones de euros.
El jugador, que no contaba para el técnico Ronald Koeman y afrontaba su último año de contrato, era pretendido por el Celta, club con el que jugó como cedido en la temporada 2013-14 y en la pasada campaña.
De esta forma Rafinha (Sao Paulo, 1993) pone fin a su relación con el Barcelona que se inició hace catorce años, cuando llegó al club azulgrana junto con su hermano Thiago, ahora jugador del Liverpool.
Jugó dos temporadas en el filial (2011-13) y en la primera de ellas se estrenó con el primer equipo en un partido copero y después debutó en la Liga de Campeones ante el Bate Borisov.
Sin embargo, la llegada de Gerardo ‘Tata’ Martino al banquillo supuso un paso hacia atrás y fue cedido al Celta. Regresó al Barça en el verano de 2014 de la mano de Luis Enrique Martínez, quien había confiado en él precisamente en el Celta y anteriormente en el filial azulgrana.
En marzo de 2017 sufrió una grave lesión, que le mantuvo nueve meses de baja, y después encadenó dos cesiones: Inter de Milán y nuevamente Celta. Este año se reintegró a la disciplina del Barça, pero sin opciones con la llegada de Koeman.