El Mundial de Fórmula Uno tenía que haber arrancado el pasado fin de semana con el Gran Premio de Australia, en el circuito semiurbano de Albert Park de Melbourne, pero a última hora -el pasado viernes, poco antes de la hora en la que estaba previsto arrancasen los entrenamientos libres- se anunció la cancelación del mismo, a lo que se añadió el de las siguientes tres carreras previstas, los Grandes Premios de Baréin (que con anterioridad se anunció que se disputaría a puerta cerrada), Vietnam y China, que inicialmente había quedado pospuesto.
Durante el parón, todos las escuderías tienen la obligación de parar cualquier actividad relacionada con los coches y con las carreras.