Una sentencia judicial ratificada días atrás luego de años de litigio obliga a la ANFP a indemnizar al citado canal por la suspensión de 25 partidos de liga entre 2019 y 2020 -cancelados por la revuelta social y el inicio de la pandemia-, incluidos “los intereses corrientes calculados y aquellos se devenguen hasta el pago efectivo de la deuda”.
Un varapalo para una institución que ya de por sí está quebrada, pero también una oportunidad para reformar un modelo de competición y de explotación de los derechos audiovisuales que es injusto y adultera la competición al favorecer con una parte mayor del pastel a los tres equipos considerados grandes.
Las opciones que barajan los presidentes reunidos en la ciudad costera de Viña del Mar caminan, sin embargo, en una dirección diferente, con los clubes divididos.
La propuesta que cuenta con más apoyo es la de incrementar el número de partidos oficiales a jugar cada temporada. Y ahí surge la mayor controversia.
Los representantes de los clubes más favorecidos por el reparto de los derechos de televisión -entre ellos Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica- prefieren recuperar el sistema de play-off -formato abandonado en 2012- para dilucidar el campeón tanto de la apertura y la clausura, y dejar así como está el actual reparto de dinero.
Incuso se abren a la opción de modificar el sistema de la Supercopa de Chile para convertir la final en un cuadrangular, como ha hecho la federación española de fútbol para contentar a Arabia Saudí.
Los clubes más modestos prefieren, no obstante, que se aumente el número de equipos que disputan la liga -actualmente es de 16- lo que obligaría a negociar un nuevo reparto de dinero.
Un movimiento similar al que hizo el fútbol argentino, que formó dos grupos con un total de 30 equipos en la máxima división del fútbol nacional, y que con toda probabilidad favorecería la competitividad del fútbol chileno al consignar un reparto más equitativo de los derechos de la televisión.
“Lo primero es cambiar el sistema de campeonatos. Tenemos que aumentar la cantidad de clubes y al mediano o corto plazo sacar la Segunda División”, expuso ante sus colegas el presidente de Limache, César Villegas, quien ya en el pasado quiso optar a la presidencia de una ANFP dividida y en crisis.
La tercera propuesta, que al igual que la primera tiene más posibilidades de salir adelante, es que sean los clubes los que abonen la multa a plazos, descontando una parte proporcional del dinero que reciben cada uno de ellos por la televisión.
Esta opción adelgazaría sus ya enflaquecidas arcas y afectaría al desarrollo del fútbol formativo, que ya en la actualidad apenas recibe fondos para formar a futuras estrellas de un país sumido en una grave crisis deportiva.